Seúl, Corea del Sur | AFP.
El presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Thomas Bach, espera visitar Corea del Norte, quizá incluso antes del fin de diciembre, para hablar sobre la participación de Pyongyang en los próximos Juegos Olímpicos de invierno, según la agencia de prensa surcoreana.
Las organizaciones surcoreanas de los juegos de Pyeongchang (9 al 25 de febrero) defienden que los deportistas norcoreanos participen, con la esperanza de hacer de este acontecimiento un símbolo de la paz en la península dividida.
Corea del Norte, sin embargo, no confirmó su participación antes de la fecha límite del 30 de octubre, aunque su pareja de patinadores artísticos Ryon Tae-Ok y Kim Ju-Sik clasificó.
El COI está negociando con Pyongyang una posible visita de Bach, informó el viernes la agencia surcoreana Yonhap, citando fuentes del Gobierno surcoreano.
“La visita podría tener lugar antes de fin de año”, declaró un responsable citado por la agencia.
Otro responsable explicó a Yonhap que otro miembro del COI podría viajar en lugar de su jefe.
Una portavoz del ministerio de Unificación, encargado de los asuntos intercoreanos, declaró que no estaba al corriente de ese proyecto. Pero Seúl está determinado a ayudar a Pyongyang a participar en los Juegos, subrayó.
Para Kim Yong-Hyun, profesor de Ciencias Políticas especializado en Corea del Norte en la Universidad Dongguk de Seúl, es “altamente probable” que Corea del Norte apruebe la visita de Thomas Bach.
“Es un personaje puramente vinculado al deporte, no es un personaje político, y un viaje así podría representar un giro para Corea del Norte justo cuando Estados Unidos evoca un ataque preventivo”, declaró.
Al ser preguntado por la AFP, el comité organizador de Pyeongchang, donde se celebrarán los Juegos, no quiso comentar la información.
La tensión es fuerte en la península coreana desde que el Norte multiplicara los disparos de misiles y los ensayos nucleares, inmerso en una guerra verbal con el presidente estadounidense Donald Trump.
Algunos países manifestaron su preocupación por la seguridad de un viaje de su delegación a la estación surcoreana, que se encuentra a 80 km al sur de la Zona desmilitarizada (DMZ) que separa a las dos Coreas.