Ben Dooley

Yokohama, Japón.

Nissan advirtió que las ventas iban a seguir a la baja en mercados importantes y pronosticó una caída drástica en sus utilidades operativas, otro golpe para la automotriz en su intento por apuntalar su estrategia gerencial después del arresto de su ex presidente, Carlos Ghosn.

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Se espera que la utilidad operativa de la empresa se reduzca casi un 28%, a 230.000 millones de yenes (US$ 2.000 millones), para el año fiscal que termina en marzo del 2020. La automotriz culpó a la reducción en las ventas en Estados Unidos y Europa. “Esperamos tocar fondo en el 2018 y 2019 y revertir la tendencia en los próximos años”, les comentó a reporteros el director ejecutivo de la empresa, Hiroto Saikawa.

Nissan señaló que esperaba vender más autos en todo el mundo como resultado de su expansión en el mercado chino. Nissan y Renault siguen debatiendo acerca de la mejor forma para manejar su alianza, la cual representó 10,7 millones de autos vendidos en 2018. La alianza, la cual incluye a Mitsubishi, ha tenido dificultades desde que Ghosn fue acusado de delitos financieros el año pasado en Japón y posteriormente despedido de todos los puestos que ocupaba en las automotoras.

“Estamos discutiendo abiertamente sobre nuestras distintas opciones”, aseguró Saikawa, en referencia a posibles cambios en la composición accionaria. Sin embargo, “no es el momento adecuado para discutir este tema. Lo primero que necesita Nissan es concentrarse en estabilizar sus operaciones y su rendimiento”.

QUEJA DE DISTRIBUIDORES

Nissan también reportó que en el 2018 su utilidad operativa había caído casi un 45%, a 318.000 millones de yenes (US$ 2.900 millones). Los costos relacionados con las garantías extendidas a los vehículos vendidos en Estados Unidos significaron otro golpe, mencionó la empresa en una conferencia de prensa celebrada en sus oficinas centrales en Yokohama.

Saikawa señaló que Nissan iba a tomar las medidas necesarias para reformar su gobierno corporativo y reducir una agresiva estrategia de ventas que, según el director ejecutivo, había “dañado la marca y la competitividad de sus productos”.

Saikawa había criticado algunas de las iniciativas de Nissan para expandirse en Estados Unidos y, en específico, algunos objetivos de largo alcance que había planteado Ghosn. A partir del 2011, Ghosn quería que Nissan alcanzara un 8% del margen de utilidades y 8% de participación de mercado en los países donde operaba.

A la mitad del plan, los distribuidores se quejaron de que estaban perdiendo dinero debido a los incentivos que Nissan había otorgado a los compradores y porque la automotora estaba vendiendo demasiados vehículos a empresas de autos rentados, con lo cual estaban inundando el mercado de compradores secundarios.

LEGADO NEGATIVO

Las automotrices han padecido algunas circunstancias que no pueden controlar. Nissan recibió un golpe por la desaceleración en Estados Unidos y China, los dos mercados de autos más grandes del mundo, y en particular le perjudicó el desplome de las ventas de los sedanes. Renault sufrió por los declives en los mercados emergentes como África e India. Además, todas las automotrices tradicionales ahora están invirtiendo de manera considerable en el desarrollo de vehículos eléctricos y autónomos, y están compitiendo con empresas como Uber y Google, las cuales están ingresando en su territorio.

Saikawa, quien ha sido el más alto ejecutivo de Nissan durante dos años, eludió las preguntas de los reporteros sobre su posible renuncia a la luz del pobre rendimiento de la empresa, culpando a Ghosn. “La mayoría de los problemas que les presenté hoy son un legado negativo de nuestro antiguo liderazgo”, mencionó en referencia a Ghosn, quien dirigió la empresa durante casi dos décadas antes de su arresto.

Conforme se fueron revelando los infortunios económicos de Nissan, los procuradores japoneses aumentaron la presión sobre Ghosn, quien enfrenta varios cargos, entre ellos dar información falsa sobre sus ingresos a los reguladores financieros y enriquecerse a costa de Nissan.

DESVIAR LA ATENCIÓN

Ghosn ha negado las acusaciones, y atribuye su caída a una confabulación planeada por la alta gerencia de Nissan, la cual, según Ghosn, tenía como objetivo desviar la atención del pobre rendimiento de la empresa. Ghosn está libre bajo fianza, después de meses de interrogatorios y a la espera de un juicio.

Los procuradores modificaron una imputación según la cual Ghosn había puesto sus pérdidas económicas personales de manera temporal en los registros de Nissan. El nuevo documento establece que un socio de Nissan en Arabia Saudita había enviado US$ 20 millones a una empresa de corretaje que manejaba las finanzas personales de Ghosn. Ghosn ya ha respondido a acusaciones relacionadas con negocios que beneficiaron a Nissan mediante supuestos pagos al empresario saudita Khaled al Juffali.

Saikawa aseguró que el caso de Ghosn no había permitido que Nissan “se concentrara en las operaciones”.

“Queremos superar estos problemas y lograr una recuperación lo más pronto posible”, comentó Saikawa.

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