Michael J. de la Merced

El 7 de febrero, BB&T, el acreditante regional, anunció que planeaba comprar SunTrust Banks por unos 28.100 millones de dólares en acciones, en la que sería la fusión bancaria más grande en Estados Unidos desde la crisis financiera del 2008.

Una empresa combinada de BB&T y SunTrust tendría 442.000 millones de dólares en activos y 324.000 millones de dólares en depósitos. De acuerdo con esas cifras, sería el sexto banco más grande de Estados Unidos, a la vez que expandiría su alcance geográfico y aumentaría su capacidad para reducir costos.

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COINCIDENCIAS ENTRE LAS DOS FIRMAS

Los analistas habían señalado que el sector bancario estaba listo para la consolidación y que había una expectativa de que los acreditantes regionales se combinaran para defenderse de los rivales nacionales más grandes y los insurgentes en línea. La relajación de las regulaciones federales a la banca implementadas por el gobierno de Trump ha aumentado las posibilidades de llegar a acuerdos en la industria de los servicios financieros.

Es evidente que la transacción propuesta, valuada en 66.000 millones de dólares en total, atraerá un escrutinio regulador exhaustivo debido a las coincidencias entre las dos firmas.

Conforme a los términos de la transacción propuesta, por cada acción de SunTrust, BB&T pagaría 1,295 de sus acciones, cada una de las cuales valía alrededor de 62,85 dólares al cierre de las operaciones del miércoles: una prima de siete por ciento sobre el precio de cierre de SunTrust del 6 de febrero.

REDUCCIÓN DE COSTOS

BB&T sería el dueño del 57 por ciento de la entidad combinada, la cual tendría sus oficinas generales en Charlotte, Carolina del Norte. El nuevo banco, el cual aún no tiene nombre, mantendría sus operaciones en la base de BB&T de Winston-Salem, Carolina del Norte, y en Atlanta, la base de SunTrust.

Los dos acreditantes afirmaron que esperaban obtener 1.600 millones de dólares por la reducción de costos en los próximos años, una vez que se finalice el acuerdo. Parte de la reducción de costos sería resultado de un recorte de personal administrativo y de banca minorista.

Kelly King, presidente y director ejecutivo de BB&T, se convertiría en presidente ejecutivo de la firma combinada hasta el 2022. William Rogers, su homólogo en SunTrust, sería el director ejecutivo.

“Es una propuesta financiera de un atractivo extraordinario que ofrece la escala necesaria para competir y ganar en la evolución vertiginosa del mundo de los servicios financieros”, mencionó King en un comunicado.

Se espera el cierre del acuerdo para finales de año; queda pendiente la aprobación de los reguladores y los accionistas.

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