Stephen Grocer

Lamentarse por una posible desaceleración solo añade importancia a los últimos datos.

La economía de Estados Unidos ha crecido durante casi una década, su segunda racha más larga en la historia sin una recesión, y los inversionistas están ansiosos por saber si puede seguir adelante.

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Ha pasado un mes desde que empezó el nuevo año y hay bastantes cosas de qué preocuparse. El aumento de las ganancias corporativas debido a la reducción de impuestos que llevó a cabo el gobierno de Trump va en declive, Estados Unidos está en medio de una riesgosa guerra comercial con China, el crecimiento en algunas de las economías más grandes del mundo se está desacelerando y las tasas de interés están alcanzando mínimos históricos.

El cierre más largo de gobierno que ha sufrido la nación, el cual terminó el viernes, ha hecho que el panorama se vuelva más borroso. El Departamento de Comercio, hogar de la Oficina del Censo y de la Oficina de Análisis Económico, no estuvo activo durante el cierre. Esto significa que se han retrasado los informes sobre el producto interno bruto –la medida preferida de la Reserva Federal para determinar la inflación–, la inversión en los negocios y las ventas minoristas.

Aunque 800.000 empleados y contratistas gubernamentales estuvieron sin remuneración, la mayoría de los economistas no cree que el cierre provoque un daño duradero en la economía.

No obstante, es probable que haya perjudicado los negocios y el gasto de los consumidores y que, en el corto plazo, afecte los datos económicos que se divulgarán en las semanas entrantes. Esto provocará que los inversionistas deban analizar los informes para determinar cuáles fueron golpes temporales del cierre y cuáles son evidencias de una economía desacelerada.

A continuación, presentamos una guía aproximada de los elementos de la economía en los que están concentrados los inversionistas y los datos que sirven para moldear sus perspectivas.

EL MERCADO LABORAL ES EL EJE

(Cesiones de datos: informe de empleo, informe JOLTS, reclamaciones iniciales de seguro por desempleo). Para los inversionistas, tal vez no haya una fuente mensual de datos económicos más importante que el informe de empleo. La Reserva Federal tiene un mandato doble –mantener la estabilidad de los precios y los empleos de los estadounidenses–, y este informe ofrece datos sobre los dos factores.

El viernes, el gobierno divulgará sus cifras mensuales sobre el empleo y el desempleo de enero. Debido a que los empleados gubernamentales con licencia recibirán un pago retroactivo, es poco probable que el cierre haya afectado las nóminas, pero podría incrementar la tasa de desempleo.

En el informe, hay otra cifra importante que debemos tomar en cuenta: el crecimiento salarial. El promedio de los ingresos por hora para los trabajadores había crecido poco durante la recuperación de la crisis financiera, pero ha aumentado más en meses recientes.

Esto tiene sus complicaciones. En términos históricos, cuando el crecimiento salarial es sólido, repunta la inflación. Este mes, el presidente de la Reserva Federal, Jerome H. Powell, y sus dos predecesores inmediatos cuestionaron esta conexión, pero un enorme salto en el crecimiento salarial durante este año podría poner nerviosos a los inversionistas respecto de la posibilidad de que esto condujera a una inflación o a que la Reserva Federal aumentara las tasas de interés.

Los inversionistas estarán atentos a los otros dos datos relacionados con el mercado laboral: el informe JOLTS, la sigla de Job Openings and Labor Turnover Survey (Encuesta sobre Ofertas de Empleo y Renovación de Personal), y las reclamaciones iniciales de seguro por desempleo que se realizan cada semana. Los dos informes ofrecen indicadores de las ofertas laborales y los despidos.

LA INFLACIÓN PODRÍA CONSUMIR LAS GANANCIAS

(Datos revelados: gastos de consumo personal, Índice de Precios al Consumidor). Hay dos mediciones principales de la inflación: el Índice de Precios al Consumidor y los gastos de consumo personal, o índice de precios PCE (por su sigla en inglés), la medida de inflación preferida de la Reserva Federal. Después de haber superado el objetivo del dos por ciento de la Reserva Federal el año pasado, los dos índices han retrocedido en meses recientes.

En diciembre, el Índice de Precios al Consumidor aumentó un 1,9% anual por la baja en los precios del petróleo. Si se excluyen los precios volátiles de los alimentos y la energía, el índice subió un 2,2%.

Las recientes lecturas a la baja han ayudado a reducir algunas de las presiones para que la Reserva Federal aumente las tasas. Sin embargo, esto cambiará si la inflación comienza a subir.

El aumento de las tasas puede perjudicar las acciones de dos maneras. Pueden elevar los costos de los préstamos para las empresas y los consumidores. Eso, a su vez, puede provocar que gasten menos, lo cual podría ser un problema para la economía. Las tasas más altas también hacen que los rendimientos de los bonos sean más atractivos que las acciones y provoca que los inversionistas saquen su dinero de las acciones para moverlo a los bonos.

CONSUMIDORES ALIMENTAN ECONOMÍA

(Datos revelados: ventas minoristas, la encuesta sobre el sentimiento del consumidor de la Universidad de Michigan). El gasto del consumidor representa más de dos terceras partes de la economía estadounidense. Se ha mantenido sólido en meses recientes, gracias a los precios bajos del petróleo y los recortes tributarios promulgados a finales del 2017. Las ventas minoristas, las cuales capturan el gasto del consumidor en una gran variedad de compras como los autos, los muebles, los alimentos, la ropa, los productos del cuidado de la salud y los aparatos electrónicos, se dispararon en noviembre, y el índice de Johnson Redbook de ventas minoristas en tiendas departamentales y cadenas de negocios se ha mantenido fuerte.

El cuestionamiento en el nuevo año es si seguirá igual. La volatilidad del mercado que ha contraído los balances de los planes 401(k) podría ser perjudicial. El mercado de la vivienda también está mostrando señales de debilidad y esto podría afectar el ánimo de los consumidores.

Estos factores sumados al cierre del gobierno sí perjudicaron la confianza del consumidor en enero. El índice del sentimiento del consumidor de la Universidad de Michigan cayó al nivel más bajo de la presidencia de Trump.

Si los consumidores dejan de comprar, habría un impacto mucho más allá de los minoristas, pues afectaría a las empresas que suministran las partes y los productos que se venden en línea y en las tiendas.

GASTO DE NEGOCIOS PODRÍA IR A LA BAJA

(Datos revelados: índice de optimismo de las pequeñas empresas de la Federación Nacional de Empresas Independientes, los índices manufacturero y no manufacturero del Instituto de Gestión de Suministros). El gasto de los negocios en inversiones a largo plazo como edificios, fábricas, equipo y tecnología es crucial para una economía sólida. Aumentó el año pasado.

¿Seguirá esa tendencia en el nuevo año? La reciente volatilidad del mercado, una oscilación en los precios del petróleo, la guerra comercial y las preocupaciones sobre la fortaleza de las economías de Estados Unidos y el mundo ya parecen haber provocado que los ejecutivos postergaran esas inversiones. Los pedidos de productos no perecederos –productos diseñados para ser útiles durante al menos tres años– se debilitaron en la segunda mitad del 2018.

El índice de optimismo de las pequeñas empresas de la Federación Nacional de Empresas Independientes también alcanzó un mínimo de catorce meses en diciembre, y disminuyó la cantidad de encuestados que esperan expandir sus negocios.

Otra pista de que las cosas no están tan bien cómo solían estarlo llegó el mes pasado de parte del Instituto de Gestión de Suministros. Sus índices de gerentes de compras miden la actividad de los sectores manufacturero y de servicios de la economía de Estados Unidos. Un valor superior a 50 significa que la actividad se está expandiendo en el sector, y un valor menor a 50 indica una contracción. Los índices están muy por encima de 50, pero en diciembre el índice manufacturero tuvo su caída más pronunciada de un mes desde la última recesión.

MERCADO DE VIVIENDAS NO ES EL MISMO

(Datos revelados: ventas de viviendas ya construidas, ventas de viviendas nuevas, ventas de viviendas pendientes). Dada la importancia que tiene la vivienda en la economía de Estados Unidos –es el principal impulsor de riqueza y endeudamiento de la mayoría de las familias–, sus dificultades han aumentado las preocupaciones sobre la sustentabilidad de la expansión económica.

Una combinación de aumentos en los costos, las tasas de interés hipotecario y los precios de los hogares se ha propagado por todo el mercado de la vivienda desde la primavera pasada. Las ventas de casas nuevas para una sola familia cayeron durante cinco meses consecutivos hasta octubre, el último mes del que hay datos disponibles debido al cierre. Las ventas de viviendas ya construidas, las cuales publica la Asociación Nacional de Agentes Inmobiliarios, representaron el 90% de las ventas totales de viviendas, y el año pasado fue el año más débil para ese tipo de ventas desde el 2015. Además, la inversión residencial se restó al crecimiento económico en cada uno de los primeros tres trimestres del 2018.

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