ANDREW ROSS SORKIN

El grupo se llama a sí mismo Main Street Investors Coalition (Coalición de Inversionistas Minoristas).

Es una organización con sede en Washington que afirma representar a los más desprotegidos: elinversionista minorista que, según el grupo, no tiene voz en el mundo corporativo de Estados Unidos. De una forma no muy discreta, la agrupación ha circulado un informe técnico y varios estudioscon la esperanza de influir en la Comisión de Bolsa y Valores para que realice una examinación de las regulaciones que afectan a losinversionistas. Medios informativos han citado al grupo y este ha publicado artículos de opinión en The Hill, The Washington Examiner y otras publicaciones.

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Y, a pesar de todo, Main StreetInvestors Coalition no está relacionada con los inversionistas de negocios familiares.

En realidad, la agrupación recibe financiamiento de intereses empresariales millonarios que quierensocavar la capacidad de los fondos de pensiones y grandes planes401(k) –donde la mayoría de los desprotegidos guardan su dinero–,para influir en ciertos asuntos de gobierno corporativo.

La coalición surgió en los últimosdos meses y se está enfrentando a firmas como BlackRock y Vanguard,las cuales administran billones de dólares en ahorros para elretiro en Estados Unidos y han utilizado los votos de las acciones que llegan con esas inversiones para ocupar puestos activistas encontra de los consejos corporativos. La agrupación está enfurecida porque estas firmas promueven con mayor frecuencia causasambientalistas, sociales y de gobierno en temas como el cambio climático, el control de armas y la diversidad laboral. Los inversionistas como BlackRock afirman que las corporaciones deben considerar estos temas para el bienestar de los negocios a largo plazo.

“A medida que ha crecido el tamaño y la influencia de estos enormes tenedores institucionales tambiénlo ha hecho su poder, influencia y participación. Esto ha ahogado las voces y los intereses de los inversionistas minoristas que, apesar de controlar el conjunto más grande de capital accionario enel mundo, casi no tienen capacidad de influir en las decisiones que estos fondos toman en su nombre, con su dinero”, señala Main Street Investors Coalition en su sitio web.

Sin embargo, el grupo deinversionistas minoristas sabe muy bien que es rara la ocasión enque los inversionistas individuales organizan campañas, ya no sediga que voten en ellas. Así que, aunque podría sonar noble empoderar a los inversionistas individuales restando influencia a los grandes fondos, sería solo dar más poder a los gerentes y a los consejos directivos de las empresas que cotizan en la bolsa.

¿Por qué Main Street InvestorsCoalition querría hacerlo? Porque más bien debería llamarse Asociación Nacional de Manufacturas; después de todo, es el nombre del grupo industrial que le ayudó a arrancar y es uno de sus más grandes financiadores (por supuesto, “Asociación Nacional de Manufacturas” no le gustaría tanto a la gente común y corriente).

Mindy Lubber, presidenta de Ceres, unaorganización de sustentabilidad sin fines de lucro, describió lacoalición como “un esfuerzo apenas velado para proteger a las corporaciones que no están dispuestas a adaptarse a un mundo cambiante y no están preparadas para ello, lo cual agrava los riesgos tanto para sus empleados como para sus inversionistas”.

Entre los objetivos de la organización está una maniobra para que los inversionistas minoristas deninstrucciones en las votaciones de las firmas que manejan susinversiones. En efecto, en vez de votar en nombre de todos los inversionistas para un fondo determinado, BlackRock tendría querepartir los votos con base en los deseos de cada inversionista. En teoría suena bien, pero podría minar la capacidad de losadministradores del fondo para buscar cambios significativos en nombre de muchos inversionistas con pocas probabilidades de asumir una postura, o que francamente no están tan involucrados en losasuntos como para tomar una decisión informada.

Nell Minow, quien durante mucho tiempo ha velado por los intereses de los inversionistas minoristas y esuna experta en gobierno corporativo, fue la primera en decirme que prestara atención al grupo. Minow escribió una carta a la Comisión de Bolsa y Valores para advertirle que el grupo ilustraba la manera en que las empresas usaban el dinero de sus accionistas con el finde combatir los intereses de estos mismos.

“No obstante, esta es otra razón para buscar más transparencia respecto de los gastos políticos y de cabildeo, en especial el ‘dinero oscuro’”, escribió Minow, quien es vicepresidenta de ValueEdge Advisors, una consultoría especializada en gobierno corporativo.

En la actualidad, hay dos niveles importantes en los esfuerzos de la coalición.

La Comisión de Bolsa y Valores estáa medio camino en la examinación de regulaciones para proteger alos inversionistas y las empresas, en particular el papel de los accionistas activistas en campañas dentro de las empresas. Main Street Investors Coalition redactó una carta para la comisión en la que expone las posturas de la agrupación.

Además, el grupo respalda una parte de la legislación que llegó hasta el Congreso, la cual, entre otras cosas, solicitaría a los asesores independientes de lascampañas que presenten un avance de sus informes sobre las empresasa las mismas firmas, en teoría para permitir que las empresas hagan una “verificación” de estos, pero que en realidad daría más poder a las empresas para dar forma a su narrativa.

Le pregunté al director ejecutivo dela organización, George David Banks, cuál era la relación entre su grupo y los inversionistas minoristas. “Soy un inversionista individual”, respondió riéndose.

Banks mencionó que era consciente de la “percepción” que generaba el respaldo que obtenía su grupode la Asociación Nacional de Manufacturas, en cuyo consejo administrativo hay ejecutivos de Exxon Mobil, Goodyear, DowChemical, Cargill, Toyota y Pfizer.

“Ya me habían hecho esa pregunta. Y la entiendo por completo”, dijo Banks, quien hace poco fungiócomo asistente especial del presidente Trump en el Consejo EconómicoNacional. “Tenemos la esperanza de sumar algunas otrasagrupaciones para poder ampliarnos”.

Chris Netram, el vicepresidente depolítica económica fiscal y doméstica de la Asociación Nacional de Manufacturas, señaló que su organización apoyaba a “accionistas empoderados”. Asimismo, comentó que suorganización era la “voz de 12,2 millones de trabajadores”… aunque después reconoció que sus miembros eran las corporaciones,no sus empleados.

“Hacemos esto en nombre de los fabricantes y los trabajadores manufactureros”, afirmó Netram.Cuando le mencioné que lo más probable era que las posturas de la agrupación beneficiaran a las empresas más que a susinversionistas, respondió: “Estás viendo esto como un juego de suma cero”.

La verdad de Main Street Investors Coalition es que es una organización cuyo objetivo es evitar quelas firmas de inversión hablen de asuntos como el cambio climático.Banks lo dijo así cuando explicó cómo había decidido iniciar elgrupo.

“Provino del giro que dieron losinversionistas institucionales hacia el activismo político”,comentó. Mencionó a ejecutivos como Larry Fink, el directorejecutivo de BlackRock, quien este año señaló que su firmaresponsabilizaría a las empresas si no lograban articular su contribución a la sociedad.

Según Banks, la única meta de losfondos de inversión debería ser incrementar el rendimiento. Todolo que se interponga en el camino es una violación de responsabilidad fiduciaria. Su organización afirmó que lascampañas relacionadas con temas como el cambio climático eran costosas para las empresas y no mejoraban su ganancia neta.

“Ese tipo de activismo de mano dura crea verdaderas cargas para las empresas involucradas, incertidumbreen otras empresas que cotizan en la bolsa porque tal vez algún díaserán blancos, y reduce las oportunidades para que losinversionistas minoristas inviertan en el número creciente deempresas privadas que evitan o demoran su cotización en la bolsadebido a este tipo de activismo”, mencionó Banks en un informetécnico dirigido a los encargados de las políticas, que redactójunto con Bernard Sharfman, profesor adjunto invitado en la escuela de derecho de la Universidad de Maryland y presidente del consejo consultivo del grupo.

La agrupación mencionó un estudioreciente que encontró que, entre los pensionados públicos, el 75%de los miembros indicó que el asunto más importante para losadministradores de fondos debería ser enfocarse en maximizar elrendimiento y lograr que la pensión sea financiada totalmente, mientras que apenas el 14% quiere que los administradores de fondos se concentren ante todo en avanzar en causas sociales y políticas”.

Entonces, según la opinión de Banks, las empresas que forman parte de la Asociación Nacional deManufacturas no solo se están cuidando a sí mismas.

“La investigación muestra conclaridad que la prioridad fundamental de los inversionistas minoristas es la maximización del valor: el mismo objetivo de las empresas que conforman la membresía de nuestros socios”, comentó.

Es una postura interesante respecto de la supervisión de los inversionistas. Casi se podría decir que Banks cree que los inversionistas no necesitan voz ni voto.

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