• Por Felipe Goroso S.
  • Columnista político

Las elecciones municipales que concluyeron hace apenas algunas horas, en el momento en que se escriben estas líneas, con la confirmación de una cantidad de cuestiones que estuvieron en el debate en esta campaña. Una de ellas, probablemente una de las principales, es el hecho de que no hay memoria de una coalición entre grupos de medios de comunicación, partidos políticos, grupos económicos. Todos con diversos intereses, en la sede donde se daba la gran batalla: Asunción. Una infinita cantidad de elementos hicieron que en esta ocasión y, tal vez, mucho más que en otras ocasiones, estas elecciones centralizan su foco en lo que suceda en la capital del país.

En el inicio de lo que parecía ser una campaña tranquila, veíamos a un Eduardo Nakayama con una estrategia de campaña tendiente a mantener el debate dentro de cierta racionalidad, con críticas, es cierto, pero de manera mesurada y sin caer en descalificativos. Incluso con la suficiente altura como para valorar aspectos positivos del breve momento en el que “Nenecho” Rodríguez administró el municipio, al ser electo por quienes en ese momento eran sus colegas concejales.

Sin embargo, algo pasó. Vimos un drástico cambio en la estrategia del delfín liberal. Pero no fue casualidad y los medios de comunicación tuvieron muchísimo que ver. A partir de ahí, la campaña cambió. Los medios de comunicación de los grupos más tradicionales asumieron de facto la jefatura de campaña de Eduardo Nakayama. Y se sabe que la campaña no es un proceso democrático; en ese sentido, el candidato siguió y acató la nueva estrategia que estaba sobre la mesa. A “Nenecho” Rodríguez había que derrotarlo cueste lo que cueste, a pesar de no ser originario de Honor Colorado, el hecho de haber recibido el respaldo de Horacio Cartes lo hizo el candidato a vencer; además, los altísimos niveles de conocimiento con los cuales partía, su popularidad, su conexión con la juventud y capacidad de gestión lo hacían un candidato colorado peculiar, con capacidad de captar votos en el electorado independiente y eso lo demostraban las diversas mediciones publicadas y las que no.

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La línea marcada por los medios de ambos grupos mencionados era clara: intentar impedir la victoria del Partido Colorado por la vía de la campaña más virulenta de los últimos tiempos. Los últimos diez días fueron infernales, operaciones mediáticas que llenaban tapas, infinidad de páginas, multiplicidad de publicaciones en digital y miles de minutos de aire en televisión y radio. A la par, la legión digital operaba con la etiqueta “ANR nunca más”, como bandera.

La campaña de “Nenecho” tuvo dos ejes principales: unidad, gestión y emoción. Probablemente, si le hubiese dado más peso a la emoción, la diferencia con Nakayama hubiese sido mayor. A estas horas, la transmisión de resultados electorales preliminares del TSJE le daba al Partido Colorado de la mano de “Nenecho” Rodríguez y Horacio Cartes la victoria sobre la coalición integrada por los medios de comunicación, Nakayama y (oh, sorpresa) las etiquetas de Twitter. Nadie lo hubiese previsto, si Twitter es la realidad de lo que pasa en el país. Con el 99% de las mesas escrutadas, Nakayama salió a reconocer la victoria de “Nenecho”, la diferencia era de casi 14 mil votos.

Así funciona la política, esa mala palabra que empieza con p y termina con a, donde las emociones siguen siendo menospreciadas por quienes no terminan de entender que somos lo que sentimos.

Etiquetas: #ANR#contra#todo

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