Efraudín y su equipete siguen calladitos en relación con el contenido de los videos inéditos revelados en estos días, que demuestran en forma contundente e irrefutable cómo han alterado la escena del crimen donde murió Rodrigo Quintana.

Ese cuento de supuesto perseguido político ya no le cree ni su abuela y a medida que va repitiendo todos los días la misma perorata, queda en evidencia que se quedó sin argumentos y ese circo montado para ocultar la verda­dera historia de lo que pasó el 31M se va desmoronando.

Los abogados de la hija y ex pareja de Rodrigo Quintana, quienes tienen el verdadero derecho de reclamar justicia, fueron vilmente dejados de lado en la causa a raíz del esquema montado por Guillermo Duarte Cacavelos, pagado con fondos del PLRA para usar la muerte del joven con un fin meramente político.

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Durante 10 meses, Duarte Cacavelos chicaneó el proceso para evitar que los representantes de la hija de Quintana puedan acercarse a la causa. Todo porque estos exigían celeridad en la investigación, mientras que el abogado de Efraudín solo quería dilatar el caso para seguir usándolo como amuleto proselitista. ¡De terror!

Por supuesto, aparecieron los patoteros y pirómanos de siempre, “matapicudo” Wagner y “torito” Stiben, a pegar el grito al cielo y desafiando a todos los que hablaban del tema. Jamás aclararon por qué el joven Fernando Cáceres ingresó de la calle a colocar un casquillo en la escena del crimen. Jamás aclararon qué hacía el “torturado” oficial Báez paseándose por la sede del PLRA como “Juan por su casa”. Y tampoco por qué el oficial Garcete, entonces custodio del diputado Alvarenga, intentó esconder una evidencia.

La Fiscalía tiene mucho que aclarar en este tema. La fiscala Marlene González, amiga íntima de Duarte Cacavelos, ignoró más de una hora de grabación del circuito cerrado del PLRA. ¿Por qué?

Como era de esperarse, ya apareció la periodista de Vierci, la tal Estelita, a tocar de oído en el tema y calificar de mero barullo la divulgación de los videos. Tampoco es raro que a esta señora le importe más sus intereses particulares que tener empatía con la mamá de la hija de Rodrigo Quintana, quien pide justicia y no ser utilizada para fines oportunistas.

Kattya anda desesperada porque se le acabó el repertorio para sus shows. Ahora está pendiente de cualquier campañita mediática para colgarse y tener un poco de protagonismo. ¿Qué espectáculo nos traerá próxima­mente?

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