Vivimos aceleradas por el trabajo, estresadas por el tráfico y ansiosas por las largas esperas en las filas de los bancos o supermercados, y aunque las reuniones con los amigos pretenden distraernos de todo lo anterior, casi siempre nos terminan cansando más de lo esperado. Aquí, analizamos el porqué es necesario dedicarse un tiempo en medio de todo ese caos.

Por: Micaela Cattáneo

¿Te pusiste a pensar cuántas horas al día estás pegada a tu teléfono? ¿Qué es lo primero que hacés al levantarte? ¿Lo último antes de dormir? ¿Y mientras estás en el bus de camino al trabajo o esperando a que dé verde en el semáforo? Probablemente, todas estas preguntas tengan una sola respuesta: "Uso el celular". Lo cierto es que, a veces, lo mirás por simple costumbre y no porque realmente necesites hacer algo con él.

Según estadísticas de Apple, un usuario de iPhone desbloquea su móvil 80 veces al día; mientras, otras encuestas aseguran que el usuario de Android lo hace 110 veces en 24 horas. Mucho, ¿no? A lo que voy es que estamos más pendientes de lo que sucede virtualmente, que de lo que pasa con nosotras mismas, con nuestra realidad, con nuestro mundo interior.

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La tecnología nos mantiene comunicadas, pero en ocasiones nos aleja de los demás, de lo que ocurre a nuestro alrededor. Hoy en día, pasar tiempo a solas es sinónimo de actualizar las redes sociales, de mirar una serie en Netflix, de escuchar música a todo volumen en la habitación y hasta de sentarnos frente a la PC y mirar por horas vídeos en YouTube. Y no, no está mal dedicar el tiempo libre a estas actividades, si es que son las que realmente nos gustan; pero "pasar tiempo a solas" puede significar mucho más que eso.

"Es esa introspección la que no queremos enfrentar, tenemos miedo a probarla, la evitamos y en eso mucho tiene que ver el prejuicio social. No nos permitimos tomar un café a solas o ir al cine sin compañía por temor al qué dirán", comenta la psicóloga Paloma Noguera. Y agrega: "Confundimos la soledad física con la espiritual".

Entre una de las tantas frases que nos dejó el recordado actor estadounidense Robin Williams, destaco esta: "Solía pensar que lo peor en la vida era terminar solo. No lo es. Lo peor es terminar rodeado de gente que te hace sentir solo". Esta última línea confirma aquello de que estar siempre rodeada de mucha gente no indica que una se sienta así, acompañada. Desprenderse del ruido que provoca la multitud y dedicar un momento del día a lo que se está viviendo, pensando o soñando, también hace bien.

"Pasar tiempo a solas no significa que no necesites de los demás, es poder disfrutar de tu propia compañía, de parar un segundo y, en silencio, centrarte en tus proyectos y escuchar tus sentimientos", destaca la especialista.

Y aunque no lo creas, estar a solas también te hará más productiva. "Nos permite crear proyectos, imaginar cosas nuevas, pensar en ideas increíbles, trabajar con mayor enfoque e incluso terminar algo que estábamos posponiendo", explica Noguera. "Deberíamos dedicar por lo menos diez minutos del día a nosotras mismas, a hacer una limpieza emocional y conocernos mejor", añadió.

Tomar conciencia de los pensamientos internos permite tener un mayor control de las acciones; del mundo externo. "Sentarnos en soledad o salir a pasear nos brinda la oportunidad de calmar nuestras tormentas emocionales. Nos permite procesar las emociones negativas y pensar qué las está generando, así como reajustar lo necesario; nos abre la mente para crear", puntualizó.

Pero en el planeta de las relaciones amorosas, encontrar espacio para este hábito es un tanto complicado. "En las parejas hay como una necesidad de querer controlarlo todo: ¿Dónde estás? ¿Qué estás haciendo? ¿Qué estás pensando? o ¿Con quién estás hablando? Se debe amar con libertad y respeto, y entender que pasar un tiempo a solas es bienestar personal y no una excusa para no estar con el otro", indica.

En algunos casos, pasar tiempo a solas combate la depresión. "Si la depresión proviene del entorno que rodea; por ejemplo, cuando se escuchan críticas constantemente, comentarios con intenciones de menosprecio o personas con actitudes negativas, la solución más efectiva es alejarse un momento de ese ambiente tóxico", señala la profesional.

La mejor parte de pasar un tiempo a solas es la libertad y la comodidad que uno siente: desde leer un libro, salir a caminar al aire libre, practicar yoga, escribir en un cuaderno tus experiencias del día o lo que estás sintiendo en ese instante, tomar un café sola, dibujar o pintar algo con lo que te identifiques, crear un collage con cosas que te hacen bien y hasta viajar a tu lugar favorito sin nadie, sin muchos planes, sólo viajar. Basta con mirarse por dentro y descubrir que la felicidad se trata de estar bien con una misma y no sólo con los demás. Animate.

Etiquetas: #libros#Café

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