Beirut, Líbano | AFP |

El ejército sirio bombardeó nuevamente este lunes una región rebelde cercana a Damasco para intentar apoderarse de fuentes de agua vitales para la capital, en tanto los insurgentes denunciaron una violación de la tregua y suspendieron el diálogo.

Vigente hace cuatro días, el enésimo cese de las hostilidades desde el comienzo de la guerra, hace seis años, abriría el camino a negociaciones de paz previstas para fines de enero en Astana (Kazajistán), bajo égida de Moscú y Teherán, padrinos del régimen, y Ankara, apoyo de los rebeldes.

Pero la tregua podría verse amenazada si siguen los bombardeos sobre Wadi Barada, región controlada por los rebeldes a 15 km de Damasco, donde se encuentran las principales fuentes de agua potable que abastecen a los cuatro millones de habitantes de la ciudad y alrededores.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

Unos diez grupos rebeldes anunciaron que suspendían cualquier discusión con miras a las negociaciones de Astana en respuesta a las "violaciones" de la tregua.

"Estas violaciones continúan. Los bandos rebeldes anuncian (...) la suspensión de cualquier discusión relacionada con las negociaciones de Astana", indicaron en un comunicado.

Desde hace dos semanas, antes de la tregua pactada por Rusia y Turquía, la fuerza aérea bombardea esta zona casi diariamente, y las tropas del gobierno avanzaron este lunes hasta las inmediaciones de Ain al Figé, importante fuente de agua.

En esta región, dos civiles murieron por disparos de francotiradores emboscados del régimen, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

Dejanos tu comentario