Río de Janeiro, Brasil | AFP |

Brasil obtuvo un superávit comercial récord de 47.692 millones de dólares en 2016, el mayor desde que empezó la serie histórica en 1989, en un año marcado por la recesión económica y las turbulencias políticas, pero positivo para los mercados del gigante latinoamericano.

Después del superávit de 19.685 millones de dólares de 2015, que fue el mayor desde 2011, el informe divulgado este lunes por el Ministerio de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior mostró una fuerte caída de las importaciones y una caída más atenuada en las exportaciones, en un 2016 en que el real se apreció un 21,46% frente al dólar.

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Las ventas externas sumaron 185.244 millones de dólares en el año, un 3,5% menos que en 2015, y las compras 137.552 millones, un 20,1% inferiores a las de 2015.

Por producto, las exportaciones que más crecieron "fueron el azúcar, las plataformas de petróleo, automóviles y vehículos de carga", destacó el ministro de Comercio Exterior, Abrao Neto.

Por países, el principal comprador fue China, seguido de Estados Unidos y Argentina. Las exportaciones al país vecino crecieron un 39,2%, principalmente por la venta de automóviles.

Y el comercio de petróleo y derivados tuvo un resultado positivo por primera vez en dos décadas, con un saldo favorable de 410 millones de dólares, lo que fue crucial para el superávit récord, según el ministro.

Sólo en diciembre, el saldo de la balanza comercial registró un superávit de 4.415 millones de dólares, con ventas por 15.941 millones y compras por 11.525 millones.

El mejor resultado de la serie histórica había sido en 2006, cuando las exportaciones superaron a las importaciones en 46.450 millones de dólares.

"El escenario para 2017 es de expectativa de aumento de las exportaciones y de las importaciones", dijo Neto.

El PIB brasileño se contrajo un 3,8% en 2015 y se espera que cierre el 2016 con un retroceso en torno a 3,5%, con una inflación que habría bajado a 6,5%.

Para 2017, el gobierno del conservador Michel Temer espera un crecimiento del 1%, mientras que el Banco Central recortó recientemente sus previsiones a 0,8% y el mercado redujo esa expectativa a 0,5%.

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