Sus nombres resuenan en el mundo entero, sus voces nos hacen vibrar y las letras de sus canciones, aún más. Somos herederos culturales de una generación artística que no morirá jamás, y en estos cuatro documentales lo podemos comprobar.

Por: Micaela Cattáneo

Antes de avanzar, es necesario ingresar a Netflix. Pero si aún no te sumaste al furor de esta plataforma de streaming, podés invitar a un amigo -después de asegurarte que tenga una cuenta allí- y arrancar esta maratón de documentales biográficos dedicada a cuatro de los artistas más icónicos de la historia musical.

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Los escuchamos en tocadiscos, cassettes, discos compactos, y hasta hoy en día, en radios y plataformas modernas como Spotify o Deezer. Quizás algún lector tuvo el placer de apreciarlos en vivo, y haber sentido muy de cerca el inmenso amor que transmitían en cada una de sus interpretaciones.

Ellos ya no están físicamente, pero su legado musical permanece vivo en la memoria de los que alguna vez dieron play a sus canciones. En estos cuatro documentales conoceremos la vida que los inspiraba a escribir, la libertad que nacía en cada sonido y el difícil rol que tuvieron que enfrentar por el simple hecho de ser quienes eran. (No te olvides del pororó, porque ya empieza).

La chica detrás del nombre

(2015)

Winehouse; sí, Amy Winehouse. La voz del Rehab -éxito que la llevó a la fama-, en donde su "no, no, no" revelaba parte de la rebeldía que caracterizó su intensa vida. Demostró la excentricidad de su talento desde adolescente, tal es así que en los primeros minutos del documental la podemos ver acompañada de su madre y hermanas cantando Feliz cumpleaños, pero en una versión que sólo ella lo podría hacer.

"Un alma vieja en un cuerpo joven", así la describía un productor musical que tuvo la dicha de conocerla; sus composiciones de jazz eran sinceras y atrevidas, como ella. Amy era auténtica, nada artificial, escribía sus canciones en base a sus experiencias personales; tuvo una carrera musical exitosa, pero una vida que de a poco se iba apagando a consecuencia de las drogas y el alcohol.

Amy Winehouse[/caption]

Los videos caseros de su padre, los testimonios de las personas que vivieron con ella, las fotografías de su vida artística y personal, las presentaciones de sus inolvidables canciones arriba de un escenario; cada segundo de este retrato biográfico es la muestra de una estrella que no termina de brillar, donde sea que esté.

La historia de John Lennon

(2000)

Desde el noroeste de Inglaterra, en Liverpool específicamente, John hacía sonar su guitarra al ritmo del más puro rock and roll. Criado desde los tres años por su tía "Mimi", quien era muy estricta con él, desde muy joven sintió que la música era lo suyo y que podía llegar muy lejos con ella gracias a su picardía y audacia.

Escuchaba a Elvis Presley, pero quería ser mejor que él. Por el camino encontró a su primer compañero de banda, Paul McCartney, con quien formaría uno de los grupos más importantes del siglo XX: Los Beatles, en donde también incorporarían a George Harrison y Ringo Starr.

Un documental que refleja las decisiones que Lennon debió tomar desde su inicio musical, los impulsos que lo hacían buscar el éxito y el deseo incansable de llegar hasta los Estados Unidos con su banda. El resto no te lo puedo contar, tenés que verlo.

¿Qué sucedió, señorita Simone?

(2015)

Su documento registraba su verdadero nombre: Eunice Kathleen Waymon, pero ella se hacía llamar Nina Simone para que su madre no descubriera dónde tocaba el piano por la noches, trabajo que le permitía sustentar a su familia.

Empezó a cantar porque el dueño del bar donde hacía sus presentaciones le aseguró que ya no sólo debía crear sonidos, sino mensajes que pudiera acompañar con su voz. Desde ese momento descubrió en el canto una pasión que le permitía expresar sus sentimientos más profundos.

Con el tiempo entendió que su talento era el vínculo más grande que tenía con sus orígenes; ignoró todo el éxito que representaba su carrera para elevar su voz contra el racismo, defender los derechos civiles de los negros y denunciar las mentiras que envolvían a los mensajes políticos de los blancos, todo a través de lo que mejor sabía hacer: la música.

La voz de Latinoamérica

(2013)

"Gracias a la vida que me ha dado tanto, me ha dado la risa y me ha dado el llanto", cantaba Mercedes Sosa. Si bien la letra no era de su autoría, ella la hacía propia por la inmensa admiración que sentía por quien originalmente la escribió: Violeta Parra, folclorista chilena.

Pensar en Latinoamérica es pensar en Mercedes Sosa; porque cantó por la verdad, por la justicia y en contra de la desigualdad social de los pueblos. Fue la voz del campesino, del que no tenía tierra y del que pasaba hambre. Sus canciones hicieron ruido en una época donde América estaba manchada por las más crueles dictaduras.

Su exilio representó la realidad de una época silenciada por los que creían tener el poder. Sin embargo, su voz resonaba en todo el mundo como símbolo de esperanza para los que en su país la esperaban. Mercedes fue la luz en medio de tanta oscuridad; fue la obra humana más fiel de la lucha por encontrar algo mejor para todos.

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