Rafael Nadal avanzó hacia las semifinales del Mutua Madrid Open en un partido que comenzó a su "antigua usanza" pero que luego discurrió por cauces diferentes: tras una interrupción para cubrir la pista Manolo Santana con su techo móvil a causa de la lluvia, el de Manacor se 'atascó' y cedió la segunda manga ante Joao Sousa desde una posición muy favorable (ganaba 3-2 y tenía bola de 'break'). Al final. ganó 6-0, 4-6 y 6-3 en dos horas y cinco minutos. Ahora jugará ante Andy Murray por un puesto en la final.
Hacía dos años que Nadal no empezaba un partido ganando 6-0: desde Roland Garros 2014. Ante Joao Sousa lo consiguió, haciendo que un jugador que no olvidemos que es el 39 de la ATP pareciera disminuido ante un rival que le estaba aplicando la receta fundamental de su remontada en juego, confianza y ránking: el resto. Durante toda la primera manga el portugués consiguió cinco puntos con su propio servicio y tres de ellos, en el último juego.
Nadal nunca ha ganado un partido por 6-0 y 6-0 y este no fue el que iniciara la cuenta. Sousa logró por fin ganar su primer servicio en la segunda manga, pero tampoco pareció que pudiera dar mayores problemas: tuvo bolas de 'break' en los siguientes saques del portugués. Pero cuando tenía una para ponerse con 4-2 y saque la lluvia arreció: el partido se detuvo para cubrir la pista y como sucede siempre en el tenis, la suspensión favorece a quien va perdiendo. Rafa perdió chispa y Sousa comenzó a restar mejor y a entrar en la pista para golpear. Y así se llevó la segunda manga.
En la tercera Nadal reaccionó, aunque no lo suficiente en principio para romper de nuevo el partido.
Sí logró sacar mejor y al menos por ese lado se libró de presión de Sousa. Logró el break decisivo en el séptimo juego. El punto definitivo fue una doble falta de Joao en la que se quejó de ruido en la grada. Pero los dos tres puntos previos se los había trabajado el de Manacor, que ahora se enfrentará a Andy Murray por un puesto en la final. Cuatro semifinales consecutivas -descontando la retirada de Miami- para Nadal. Tres de ellas en Masters 1.000. Es un gran dato.