El goleador histórico de la Copa Sudamericana y el máximo artillero extranjero en el fútbol paraguayo, el charrúa Hernán Rodrigo López, campeón de América, con Olimpia en el año 2002, en los tres últimos años está divorciado con los remates desde los doce pasos y arroja consecuencias negativas en las económicas del club Libertad y Guaraní en el campo internacional.
El conjunto legendario se desprendió de 1.800.000 dólares más las recaudaciones de los tres partidos de local, que tenía previsto disputar, si López convertía el penal ante el Independiente del Valle de Ecuador, en la primera fase de la Copa Libertadores 2016.
El monto es de acuerdo a la nueva distribución de premios de la Conmebol para la Copa Libertadores, que otorga 600.000 dólares a los equipos que logran pasar a la fase de grupos.
No hay dudas que la maldición de los penales se apoderó del artillero charrúa, que tiene un legajo de penales fallados en instancias importantes de eventos internacionales.
En el año 2014, Libertad, dirigido por Pedro Sarabia quedó fuera de la Copa Sudamericana al perder 3 -1 ante River Plate, en octavos de final, en aquella ocasión, López tuvo un penal para aumentar el marcador, pero se dio el lujo de desperdiciar, y ocasionar un pérdida económica de 300.000 dólares a los gumarelos.
El año pasado, el delantero uruguayo, otra vez ocasionó una catástrofe al elenco liberteño, al malograr un decisivo penal, ante el conjunto de Chapecoense, que tras igualar 2-2, la serie se definió por penales. López fue el primero en ejecutar, pero su remate salió desviado, fue decisivo para la eliminación del gumarelo de la Copa Sudamericana, la pérdida económica para la entidad de Tuyucuá fue de 300.000 dólares.
Precisamente este año, Libertad optó por dejarlo al goleador López, quien llegó con una esperanza de gol en Guaraní, pero al final se convirtió en una pesadilla para legendarios.