La expectativa por la venida del papa Francisco a Paraguay creció cuando a las 13:03 el Santo Padre subió las escalerillas del avión Airbus A330-200 de la flota de la aerolínea Alitalia para dejar atrás las tierras bolivianas.
En tanto, en Luque, desde el aeropuerto Internacional Silvio Pettirossi, la comitiva papal junto con autoridades nacionales monitoreaban el avance del vuelo procedente del Noroeste hasta que finalmente los cielos del Paraguay abrieron la figura de la aeronave, que se acercaba en cámara lenta hacia la terminal, a las 14:48.
Al mismo tiempo que las ruedas acariciaban la pista de aterrizaje, a las 14:49, unas tímidas gotas a modo de bendición le dieron la bienvenida al Pontífice. Tras carretear, el imponente aparato se detuvo y acercaron la escalera móvil. Un empleado de Alitalia subió y golpeó la puerta. Genaro Pappalardo, director general de Protocolo de la Presidencia de la República, precedió al arzobispo Eliseo Antonio Ariotti, nuncio apostólico en Paraguay y éste invitó al Papa a bajar.
ESCALONES
Francisco pisó tierra paraguaya a las 15:02 y recibió la bienvenida por parte del presidente Horacio Cartes. La cara de cansancio que mostraba al bajar los escalones del avión lentamente fue cambiando, mientras caminaba hacia la tarima desde donde recibiría los honores.
A las 15:06 un coro de niños inició el canto del Himno Nacional del Paraguay, en lengua guaraní, seguido por el Himno Pontificio. Un coro más pequeño de niños mby'a, de Luque, y niños aché, de la selva, cantaron en tres idiomas, en aché, guaraní y español, la canción "Jesucristo para siempre".
A continuación, una niña indígena aché le entregó un ramo de flores. Otros dos niños también la acompañaron y uno de ellos, Rodrigo Hermosa, le susurró algo al oído al papa: "Papa quiero que vayas a saludar a mis amiguitos del coro. Sí. Por favor quiero que vayas a saludar a mis amiguitos", señalando con insistencia el lugar en el que estaban los integrantes del coro de Luque, y el Santo Padre sonriente le respondió en secreto: "Está bien, voy a ir". Las cortas palabras de un niño, invadido de emoción conmocionó en tan solo segundos a los miles de periodistas que estaban expectantes acerca del gran secreto que se dijeron: tanto el niño como papa Francisco.
ESPECTÁCULO
Tras recibir un regalo de orfebrería de la ciudad de Luque de manos del intendente municipal, César Meza Bría, el Santo Padre bendijo una placa conmemorativa a la anterior visita papal, de 1988, cuando Juan Pablo II llegó a Paraguay, y sentado al la derecha del presidente Cartes, ambos vieron un audiovisual recordatorio de esa visita.
Antes de retirarse del aeropuerto Silvio Pettirossi, Francisco asistió a un espectáculo de danzas típicas del Paraguay, del Vallet Popular dirigido por Susy Saco, realizado con motivos muy coloridos, y en el que incluso hubo representación de procesión de la Virgen de Caacupé y otros santos, todos en forma vivientes.
Al término del acto folclórico el papa Francisco sin olvidar el pedido del pequeño Rodrigo Hermosa, se acercó y bendijo a los niños del coro de la ciudad de Luque, los cuales se le abalanzaron y abrazaron al Papa y casi lo desequilibraron. Algunos entregaron cartas, que recibió el Santo Padre.
Luego del acto, el Papa se retiró acompañado de las personas que lo saludaban hasta ingresar a una sala especialmente preparada para el Sumo Pontífice y el presidente de la República, Horacio Cartes. En el lugar, conversaron por más de 15 minutos. Entre risas, el Santo Padre y el Presidente conversaron de varias cosas, la prensa quedó fuera aguardando el gran momento en el que el Papa subió por primera vez a su papamóvil a las 15:40 para salir del aeropuerto Silvio Pettirossi.