Washington, Estados Unidos. AFP.

El presidente de Esta­dos Unidos, Donald Trump, confirmó el lunes la intención de enviar astronautas a la Luna por primera vez desde 1972 con el objetivo de preparar una misión tripulada a Marte. Cerca de medio siglo des­pués del "pequeño paso para el hombre" y el "gran salto para la humanidad" de Neil Armstrong, la Luna, satélite natural de la Tierra, vuelve a suscitar la codicia.

"Esta vez, no se trata solo de plantar nuestra bandera y dejar nuestra huella. Estable­ceremos una base para una misión a Marte y tal vez un día hacia otros mundos más allá", declaró Trump en un acto en la Casa Blanca. Flan­queado por el vicepresidente Mike Pence y varios astro­nautas retirados, el man­datario firmó una directiva pidiendo a la Nasa que mul­tiplique sus esfuerzos en las misiones tripuladas al espa­cio lejano, una prioridad para los legisladores de ambos partidos.

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Celebrando la presencia en el acto de Harrison Schmitt, quien fue uno de los últimos estadounidenses en caminar sobre la Luna hace 45 años, Trump dijo: "Hoy nos com­prometemos a que él no sea el último". "Es entusiasmante para nuestro país (…) y ade­más también es sinónimo de empleos. ¡Y nosotros adora­mos los empleos!", agregó.

Pero el inquilino de la Casa Blanca fue muy evasivo res­pecto al financiamiento y el calendario de la iniciativa. Las promesas de George W. Bush, quien había manifes­tado en el 2004 su determi­nación a que los estadouni­denses volvieran a la Luna antes del 2020, se enfren­taron a problemas de costos económicos.

Los expertos coinciden en señalar que para llegar al pla­neta rojo, que se encuentra a una distancia de 225 millo­nes de kilómetros de la Tierra, se necesitará una verdadera proeza técnica y un presu­puesto inmenso. "Soñamos en grande", agregó Trump, prometiendo que Estados Unidos seguiría siendo "líder" de la exploración espacial.

AGUA Y ALIMENTOS PARA VIAJES

Las administraciones estadounidenses impulsaron la idea de una asociación con el sector privado para resolver los innume­rables desafíos logísticos que se plantean. Entre ellos la necesi­dad de trasladar suficientes alimentos y agua para trayectos de varios meses, si no años.

Con el objetivo de una misión tripulada a Marte, Trump está en la línea de su predecesor, el demócrata Barack Obama, quien unas semanas antes de dejar la Casa Blanca había declarado "un objetivo claro para el siguiente capítulo de la historia de Estados Unidos en el espacio: enviar humanos a Marte en la década del 2030 y traerlos de vuelta a la Tierra sanos y sal­vos".

Elon Musk, patrón de SpaceX, y Jeff Bezos, el propietario de Amazon, que creó la empresa espacial Blue Origin, se han reunido varias veces con los asesores de Trump por este tema.

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