Dar un paseo seguro en bicicleta forma parte de la cultura y el estilo de vida de algunas ciudades del mundo. Estos destinos afirman que la bici es el medio de transporte del futuro y como consecuencia, adaptaron sus calles y señales de tránsito para la correcta circulación. Aquí algunas de las más amigables.

Por Nora Vega

ÁMSTERDAM

La capital holandesa lidera el ranking porque supo integrar las dos ruedas en todos los aspectos. La bicicleta no es solo el medio de transporte favorito de los habitantes de Ámsterdam, sino un estilo de vida. Y es que la ciudad cuenta con más de 15.000 kilómetros de carriles para bicicletas.

En la llamada “capital mundial de la bicicleta” se puede alquilar este medio de transporte en todas partes. Esta es, sin duda, la mejor manera de recorrer los canales y cruzar los numerosos puentes de la ciudad. Es posible dar un paseo por el Vondelpark y llegar hasta el Museo van Gogh, o visitar el mercado Albert Cuyp. También, disfrutar de la singular arquitectura, los coloridos mercados y el laberíntico Barrio Rojo; los museos de Rembrandt y la Casa de Ana Frank. En bicicleta, vas a vivir una experiencia inolvidable, como un auténtico local.

PARÍS

Aunque la capital francesa cuenta con una completa y eficaz red de transporte que incluye trenes, autobuses y metro, utilizar la bicicleta como alternativa, especialmente cuando hay buen tiempo, es algo de lo cual no te vas a arrepentir. En dos ruedas podrás descubrir la ciudad de punta a punta y disfrutar de paisajes únicos; parar a comer en los miles de restaurantes o simplemente conocer los encantadores lugares que ofrece esta maravillosa metrópoli.

La alcaldesa Anne Hidalgo prometió que la capital de Francia se convertirá en la mejor ciudad para ciclistas en el año 2020. Para eso, proyecta aumentar el servicio de bicicletas disponibles. Actualmente, París cuenta con una extensa red de carriles bici y los automovilistas parisinos suelen ser muy respetuosos con los ciclistas. También existen numerosos tours con guías en varios idiomas. El recorrido a lo largo de la orilla del Sena es imperdible.

TOKIO

En esta cosmopolita ciudad es muy habitual ver a los japoneses pedalear al trabajo o al supermercado. Y para las largas distancias, combinan las dos ruedas con el transporte público, algo fundamental para reducir la congestión de tráfico y la contaminación causada por los coches en una megalópolis como es Tokio. Los diferentes tours incluyen lugares como Ginza, Hibiya Park, el distrito comercial de Ginza, el teatro Kabukiza, el mercado del pescado de Tsukiji, el puente Kachidoki, la calle Tsukishima Monja, el Palacio Imperial y la estación de Tokio, entre otros.

Las zonas residenciales de este destino son ideales para el ciclismo. En la mayoría de los barrios hay estacionamientos con diversos niveles, capaces de albergar a miles de bicicletas. La posibilidad de alquilarlas es la respuesta a una fuerte demanda, ya que representa una solución ecológica y económica. Además, Japón se destaca por ofrecer cada vez más bicicletas eléctricas.

BERLÍN

La capital alemana se toma muy en serio eso del cicloturismo. El Gobierno ha decidido reconvertir las vías urbanas que todavía no tienen carril de bicicletas, pero hasta ahora la ciudad ya dispone de unos 620 kilómetros de carril. Este año Berlín introducirá un nuevo sistema de bike sharing (bicicletas compartidas) y probará unos semáforos “onda verde” para ciclistas. Una de las rutas famosas es la que conduce al Muro de Berlín, donde se pedalea durante cinco horas recorriendo paralelamente los restos del muro y terminando en el Checkpoint Charlie.

Berlín tiene dos ventajas: las calles son muy anchas y el terreno es prácticamente llano. Desde hace unos años las tiendas de alquiler de bicicletas están en auge. Lo primero que llama la atención cuando uno llega a este destino es la cantidad de personas que están utilizando este medio de transporte, desde los que van a trabajar, los padres que transportan a sus hijos en sillitas o en remolques para varios niños y una gran cantidad de personas mayores que van pedaleando tranquilamente por la ciudad. ¡Una maravilla!

DUBLÍN

Este destino tiene más de 120 kilómetros de bicicarril para sus casi dos millones de habitantes. Y en toda Irlanda hay una red de más de 1.200 kilómetros de carreteras rurales muy tranquilas, con rutas y senderos entre bosques, ríos e infinidad de caminos costeros. Si sos amante de la bicicleta no podés dejar de recorrer la Great Estern Greenway, la vía ciclística más larga del país. La misma recorre 45 kilómetros desde Wesport hasta Achill en la zona costera Occidental irlandesa.

La capital irlandesa supo integrar la bicicleta en el entorno urbano en muy poco tiempo. En 2009 inauguró su servicio público de bicis Dublinbikes. Hace unos años, solo era posible ver bicicletas estacionadas en el Trinity College. Ahora, la gente va en bici hasta a los pubs y por supuesto, hay miles de opciones de alquilar para los turistas.

COPENHAGUE

Los habitantes de Copenhague han optado por la bicicleta para ahorrar en gastos de transporte, ya que la capital de Dinamarca es considerada como una de las ciudades más caras del mundo. La urbe es prácticamente horizontal y tiene casi 400 kilómetros de carril para bici, separado del de los automóviles. El Gobierno da apoyo económico constante a iniciativas verdes y nuevos proyectos para facilitar la vida en bicicleta, tanto a locales como a turistas.

La pasión que sienten sus habitantes por las bicicletas ha convertido a esta ciudad en un modelo a seguir para todos aquellos que pretenden implantar sistemas de transporte público basados en las dos ruedas. Dicen que en Copenhague, el 50% de los ciudadanos van a trabajar en bicicleta cada día y el número de bicicletas supera al de habitantes. No solo es la forma más barata, rápida y saludable de moverse por la localidad, sino que además son esenciales para reducir las emisiones de dióxido de carbono.

SEVILLA

Esta ciudad española está llena de lugares históricos, arquitectura impresionante y buena gastronomía. Recientemente, tuvo una remodelación en la que se crearon más de 160 kilómetros de caminos para bicicletas. En los últimos años proliferaron tanto las empresas de alquiler como las que ofrecen recorridos cicloturísticos. No te olvides de recorrer el Puente de San Telmo, la Torre del Oro, la Plaza de la Maestranza, la Avenida Cristo y el Jardín Americano.

Sevilla está considerada a nivel internacional como una de las mejores ciudades europeas para circular en bicicleta. La construcción de carriles exclusivos para bicicletas y la implantación de un servicio municipal de alquiler, unidos a la orografía plana y el clima poco lluvioso de la ciudad, han contribuido a que el número de ciclistas aumente año a año.

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