Óscar (28) tuvo su primera experiencia en un reality de cocina en un canal nacional que duró tres meses, y de esa experiencia nacieron sus ganas de poder trabajar en la tevé. Esa anhelada oportunidad se da en el 2013, en el programa Al estilo Pelusa, en donde estuvo hasta el año pasado. "A partir de ahí me empezaron a salir más cosas. Fue una etapa muy linda, me divertí muchísimo trabajando con ella. Somos grandes amigos y ojalá la vida nos vuelva a juntar en otro momento", recuerda con cariño.

Sin embargo, en la cocina empezó desde muy chico, a los 11 años, mirando a su abuela y a su mamá cocinar. Cocinaba en casa de sus padres y sus primeros platos de niño fueron guisos, omelets y tortas. Años después, estudió toda la carrera con Sarita Garófalo, además de una especialización en pastelería. Y de hecho, esa es la parte que más disfruta.

"Me gusta más cocinar recetas dulces, también la panadería. Me gusta mucho trabajar con masas. Esas dos cosas son mis favoritas a la hora de cocinar, me entretienen ese tipo de platos. De igual forma, me gusta probar texturas y sabores diferentes, jugar un poco con eso". Y para el momento de comer, ¿qué prefiere? "Soy feliz comiendo lomitos, hamburguesas, comida oriental y mariscos", menciona entre risas.

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Y con su trabajo en televisión y radio (se formó en Radio Disney y hace un año está en E40), le queda poco tiempo para cocinar en la casa. "Es lo que se dice: 'En casa de herrero, cuchillo de palo' -ríe- Estoy casi todo el día afuera por eso cocino poco. Pero cuando estoy, suelo hacer mis experimentos gastronómicos o a veces cocino algo para matar algún que otro antojo".

Trabajar en los medios siempre fue un sueño que iba de la mano con la gastronomía. No lo planeó pero sí estuvo pendiente para presentarse apenas viera el destello de una oportunidad. "Siempre quise estar en los medios, no sabía cuándo ni cómo, pero creo que mis ganas e insistencia hicieron que haya sido posible".

Hoy en día, si recibe invitaciones de familiares o amigos para reuniones, esa cordialidad tiene implícita una petición. "Es un clásico, te invitan y te dicen: 'Che, vení pues a casa y cociná algo' -ríe- Pasa que todo el día estoy en la cocina y cuando tengo mis ratos libres, quiero liberarme un poco más de eso. Pero de que suelo hacerlo si me lo piden, lo hago… a veces. Soy megasincero", aclara siempre algo pícaro.

Ser padre y disfrutarlo

Su fotografía posteada en el Instagram hace poco más de una semana, en donde lo veíamos vestido de panda, recorriendo el supermercado con un carrito en donde iba sentada su hija Agostina, y también disfrazada -en su caso de Stich (de la película Lilo y Stich)- fue viral rápidamente y una travesura previa a su primer Día del padre a pura ternura.

"Fue muy simpático ver la cara de la gente. La mayoría se mataba de la risa, otros con una cara de 'y a este loco ¿qué le pasa?' pero fue lo más. Siempre dije que cuando fuera papá haría cosas así, jugar con mis hijos y ese tipo de cosas locas que creo son las que van a recordar cuandos sean grandes y decir: 'Mi papá era un loco'. Encontré el disfraz, lo compré sin pensar y ahora ya estoy viendo más modelos. En cualquier momento estaré dando vueltas por ahí con más disfraces", anuncia entusiasmado.

Y es que la personalidad de Óscar nunca fue tímida. Comenzó a cantar poco después de que se encienda su curiosidad en la cocina, a los 13 años, y así también aprendió a ejecutar la guitarra de manera autodidacta. A los 18 años se animó a formar un grupo que tocaba en eventos sociales y después se cambió a otra llamada Abril, una banda que fue telonera de Reik, Luciano Pereira e incluso Maná. Aunque la banda está en pausa por tiempo indefinido, la música está presente en su día a día cuando cocina, y así como vimos, su lado más extrovertido lo está potenciando en la paternidad.

Comprometido con su novia Paola Alonso, desde el mismo sábado que le festejaron a Agostina su cumpleaños (el sábado 10 de este mes) explica que quiere tener muchos hijos. "Quiero tener muchos hijos, si es por mí, cinco. Pao no quiere saber nada de esa cantidad -ríe- pero negociaremos en tres seguramente. Mi familia es numerosa, así que quiero seguir con la línea", explica Óscar, que es el mayor de dos hermanos.

El chef sale a las seis de la mañana de su casa, cuando Agostina y Pao aún están durmiendo. Se despide con un beso a cada una de ellas y relata que "sólo quiero que ya sea de tarde para volver y pasar el rato con ellas" y agrega: "Soy muy hogareño". Por otra parte, no ve la hora en que pueda compartir con su hija una de sus aficiones: el fútbol. "Apenas pueda ya quiero llevarla a algún partido de Olimpia. Soy fanático de los viajes también, quiero viajar muchísimo con ella", cuenta muy entusiasmado.

Inspirado en la emoción que significa Agostina en su vida, Óscar le compuso una canción apenas se enteró del embarazo de su novia. "Habla de que la estoy esperando y ya le canté muchísimo esa canción. Desde que estaba en la panza de su mamá. Me acuerdo que cuando nació lloraba muchísimo y le puse el tema, porque lo grabé, y se tranquilizó. Por eso, hasta hoy en día, cuando está así, le ponemos la canción".

¿Será un papá celoso? Él lo tiene bien en claro: "No creo que sea un enfermo de celos pero sí la voy a cuidar muchísimo. Me imagino ser un papá divertido y darle mi confianza siempre. Alguien que propicia el diálogo por sobre todas las cosas" y resume sobre lo que significó la paternidad para él: "Mi vida cambió por completo. Ahora, cada proyecto, cada plan, cada sueño, es pensando en ella".

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