Por: Javier Barbero

www.javierbarbero.com.py

Nunca te olvides que sos un/una sobreviviente. Que has podido llegar hasta aquí y atravesar lo que sea que te haya puesto la vida en el camino.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

Cada una de las cicatrices que llevás adentro delatan no sólo que a veces vivir te dolió sino también que has tenido el coraje de hacer algo contigo.

Tantas veces te has preguntado: "¿De dónde voy a sacar fuerzas para seguir?", y seguiste. Una energía infinita te movió desde donde estabas y te puso en vertical de nuevo.

Pagaste precios, es verdad. Pagaste precios.

Nunca te olvides que sos el resultado de lo que ya caminaste. Y que las heridas y caricias de la vida que fuiste cosechando te pertenecen. Date cuenta cómo ya no pudiste seguir siendo el mismo hombre ni la misma mujer porque el sólo hecho de cosechar vivencias te transformó.

Por favor, recordá que estás latiendo. Que a pesar de lo que sea que hoy vivas, estás respirando. Cuando te fijes en otras vidas mirá también que, al igual que vos, ellos hacen lo que pueden con lo que tienen y con lo que saben.

Recordá siempre que te pertenece el derecho a vivir conectado con la vida o a vivir una muerte en vida, infestada por el resentimiento y la victimización.

No. Nadie puede respirar por vos. Ni abrir tu corazón para que ames. Ni soñar tus sueños. Ni emprender. Ni reinvertarse en tu lugar.

Por favor, mirá el hecho de que llegaste hasta aquí. Podrías haber muerto hace tiempo.

Si ponés tu mano sobre el pecho vas a escuchar, vas a sentir, que seguís latiendo.

Y eso es mucho.

Y es TODO.

Dejanos tu comentario