• SAN PEDRO. LORENZO AGÜERO, CORRESPONSAL.

En la mañana de ayer, la esposa de Abrahán Fehr rompió el silencio para leer una carta e implorar una vez más a los integrantes del autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), que les hagan llegar alguna noticia o prueba de vida de su esposo que lleva ya un año y 7 meses secuestrado.

Ágata Wall de Fehr, en compañía de sus hijos y uno de sus hermanos, en su casa de la Colonia Manitoba, distrito de Tacuatí, departamento de San Pedro, leyó la carta dirigida al EPP. Textualmente la misiva expresa:

"Hola EPP; yo soy la esposa de Abrahán, ya ha pasado un año y siete meses que mi marido está secuestrado, no he recibido ninguna noticia, ahora quiero saber qué puedo hacer para que me den una noticia o alguna prueba de vida, o qué podemos hacer para que él regrese a su casa con su familia.

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Estamos esperando cada día, sus hijos me preguntan cuándo le van a liberar a su papa y no sé qué decir a nuestros hijos, él falta en la casa. Estamos esperando día y noche, ahora quiero que me digan qué falta (para) que le liberen también".

Desde el 8 de agosto del 2015, Fehr lleva ya secuestrado 583 días, sin que jamás se conociera siquiera de una prueba de vida. Hubo sí detenidas e imputadas varias personas sospechosas de haberse hecho pasar por el EPP para extorsionar a los familiares del colono, quienes incluso llegaron a pagar una fuerte suma de dinero a los impostores poco después del plagio.

El propio padre del colono, Abrahán Fehr, confirmó que la familia pagó US$ 100.000 en concepto del rescate solicitado por el grupo armado. Sin embargo, ese dinero nunca habría llegado a las manos de los secuestradores. Luego de las declaraciones del padre, los agentes de la Unidad Antisecuestro y de inteligencia de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) realizaron la investigación del pago del rescate, que se habría dado el 18 de agosto.

Fehr (padre) entregó US$ 100.000 a un colono menonita de origen mexicano instalado en la colonia Santa Clara de Tacuatí, Elwen Zacharías Kauenhofen (44), conocido como Albino Zacharías, y este a su vez lo habría dado a los ahora procesados. Tras la declaración, Zacharías quedó en libertad, a diferencia de Demetrio Santacruz y Emiliano Colmán, dos de los sospechosos de ser los estafadores.

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