- POR VIVIANA ORREGO
- Periodista
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Cientos de niños son afectados cíclicamente por las inundaciones en todo el país y, quiérase o no, esto desequilibra la estructura educativa en las zonas inundadas, ya que las escuelas deben adaptarse a la situación que atraviesan sus alumnos. Al respecto, La Nación consultó a Gabriela Walder, investigadora y experta en Educación de Investigación para el Desarrollo (ID), sobre cómo abordar la situación en clase o aulas móviles.
Actualmente, pobladores de los bañados de Asunción y de otras localidades del país tuvieron que abandonar nuevamente sus hogares a causa de las crecidas y desbordes de ríos y esta situación –declarada en emergencia por la perturbación del orden– afectaría el normal inicio de clases en este año lectivo en esas zonas. En este sentido, Walder asegura que la emergencia es una oportunidad de aprendizaje de valores y de reestructuración del tiempo.
"Las adversidades se constituyen en excelentes oportunidades para aprender y ese es el desafío que tienen las instituciones educativas afectadas de alguna forma. La emergencia está por encima de todo lo que un docente desea desarrollar en el contexto de aula y no puede competir con esa situación queriendo desarrollar los contenidos establecidos, es la emergencia la que se debe abordar y se va a desarrollar lo que se pueda desarrollar", señaló.
Agregó que la emergencia es un tema del que se debe hablar, ya que permite pensar en cuestiones del contexto, el ambiente y lo conceptual del contenido programático, que podría verse afectado. Sin embargo, puede permitir el desarrollo de otros aprendizajes que no estaban previstos a nivel de planes educativos, pero que van a fortalecer el desarrollo integral de ese niño y toda su comunidad. "No se debe negar la emergencia, haciendo sentir al niño u adolescente que no pasa nada, que las inundaciones no están allí. Eso tiene que formar parte de la experiencia educativa", aclaró.
La educación en emergencia abarca todas las experiencias educativas que se tienen que desarrollar en contextos que fueron vulnerados por cuestiones climáticas o por situaciones catastróficas. En este sentido, el cuerpo docente se ve desafiado a reestructurar la propuesta educativa en medio de esa adversidad, explicó Walder.
PERFIL
Licenciada en Psicología Educacional por la Universidad Católica de Asunción Maestría en Ciencias Sociales con énfasis en Investigación Educativa por Flacso-Paraguay Docente Trabajó con el MEC sobre resultados del Snepe Actualmente preside investigaciones en el área de educación en la ONG Investigación para el Desarrollo