Todavía muy golpeado por la muerte de su hijo Alejandro de 16 años –quien falleció en extrañas circunstancias en junio del 2015 en Obligado, departamento de Itapúa–, el abogado Luis Villamayor, ex diputado nacional, asegura que la Fiscalía más que ayudar a esclarecer el hecho puso palos a la rueda y no realizó diligencias básicas, con lo que se perdieron evidencias fundamentales que serían de gran ayuda en la causa. De los tres imputados, dos fueron acusados y están recluidos. Un tercero fue sobreseído definitivamente.

El caso fue elevado a juicio oral y público. La fecha de inicio está fijada para el 30 de junio. El Tribunal de Sentencia está conformado por los magistrados de Encarnación, Enrique González, Nelio Prieto Otazú y Diana Catalina Arana. Villamayor dice que quiere cambiar el Ministerio Público, por lo que se presentó como candidato para la Fiscalía General del Estado.

– A un 1 año y 8 meses, ¿qué avances vio en la investigación de la muerte de su hijo?

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– Lo que no veo es una determinación y voluntad del Ministerio Público para aclarar este crimen. No creo que sea particularmente por el caso de mi hijo, pienso que en general el Ministerio Público, como institución, se ha deteriorado mucho en los últimos tiempos (…). Tenemos el grave problema de la corrupción en el Paraguay. Ya son tres fiscales que están en este caso.

– ¿Ninguno hizo bien las cosas?

– Si bien hay fiscales que actuaron bien, como Enrique Díaz, hace lo que puede con lo que tiene; la fiscal Olga Vilma Araújo –destituida de su cargo por el mal desempeño– actuó con dolo y a sabiendas trató de ocultar lo que realmente había sucedido. Y de tal manera perjudicó el caso, que muchos indicios se han perdido para siempre.

– ¿Qué pruebas por ejemplo se perdieron?

– No se hicieron los estudios toxicológicos de todos los presentes, para ver quiénes estaban drogados y quiénes no. Ella nunca hizo las pruebas de sangre, no incautó los teléfonos celulares de los que estaban allí. El único teléfono celular –y tengo dudas que siga intacto– es el de mi hijo, que está en manos del Ministerio Público. Dos meses después del crimen, la fiscal entrega los teléfonos. ¿Te parece que va a haber algo que sea rescatable? Nada. Y encima, el teléfono de René Hofstetter no era el que él tenía en el momento de los hechos.

– ¿Otra cosa que se dejó de hacer en esta investigación?

– La fiscal (Araújo) no acordonó la escena del crimen, esto es básico. No allanó las viviendas circundantes y los mismos imputados dicen que había una serie de armas de fuego en esas casas. No se preocupó en recuperar el proyectil que había asesinado a mi hijo. Se perdió para siempre. Todas esas pruebas se perdieron por el mal desempeño de Olga Araújo.

– ¿Por qué cree que ella obvió estas acciones?

– Yo estoy convencido y –el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados me dio la razón– de que ella simplemente no quiso hacer, por razones que solamente ella conoce.

– ¿Y cómo está el proceso ahora?

– A 1 año y 8 meses del crimen de mi hijo estamos ante un chico que fue sobreseído, que se llama Alain Jacks Díaz de Bedoya. Contra él existen las mismas pruebas que contra René Hofstetter y Mathias Wilbs, (ambos recluidos en la Penitenciaría de Encarnación).

Entonces, yo me pregunto, con qué criterio Luis Albertini (fiscal que también intervino en la causa y hoy está separado del caso y denunciado) solicitó el sobreseimiento definitivo de Alain Jacks Díaz de Bedoya. Además, hay algunas pruebas que todavía no fueron producidas. Está elevado a juicio oral y público, en lo que se refiere a René Hofstetter y Mathias Wilbs.

– ¿Cuáles pruebas no fueron producidas aún?

– Hasta hoy no se abrieron en presencia de las partes para ver qué es lo que contiene esos celulares. ¿Qué pasa si en uno de los teléfonos, en el de mi hijo especialmente, encontramos una foto de Alain Jacks Díaz de Bedoya con el arma homicida en la mano? El ya fue sobreseído.

– ¿Usted presentó querella adhesiva?

– Claro que sí.

– ¿La querella intentó rever el sobreseimiento definitivo?

– Hicimos todo lo posible, pero estamos atados de pie y manos de lo que hace el Ministerio Público. Esa es una deficiencia de la ley que tenemos que mejorar.

– Entonces está totalmente desligado de la causa.

– No está desligado, porque queda como testigo. Al estar imputado, él no está obligado a decir la verdad, pero como testigo sí tiene que decir la verdad. Y no daré los detalles, pero él no puede zafar de otros delitos menores, porque hay muchas contradicciones. Entonces no está tan desligado, de homicidio sí, pero hay otras cosas pendientes.

  • No creo que sea particularmente por el caso de mi hijo, pienso que en general el Ministerio Público, como institución, se ha deteriorado mucho en los últimos tiempos”.
  • La conclusión a la que llegué es que ninguno quiso matar a mi hijo. Pero de que le mataron, le mataron, a raíz de esa trifulca”.

– Usted dijo que no se hicieron pruebas toxicológicas. ¿Los chicos estaban drogados?

– La versión de la defensa es que ellos consumieron té de cucumelo que es un alucinógeno, un hongo que crece por allí. Pero según ellos, para la media noche ya estaban bien.

– ¿Cuál sería el móvil del crimen?

– Mi hijo fue brutalmente golpeado antes de morir. Hubo una pelea. Y mi hijo fue abusado mientras estaba drogado. Entonces, allí lo que sucedió es que mientras él estaba dormido le hicieron algo. Se encontró semen en la parte anal. Entonces, él cuando se despertó reclamó eso, es él un chico grandote y uno solo no le podía hacer nada. Evidentemente hubo una pelea allí, y como René siempre tenía consigo el arma… ahí tengo videos.

– ¿Y por qué él siempre tenía un arma?

– Porque era aficionado a jugar con armas, igual que toda su familia. Y también Alain, tengo fotos disparando armas. La conclusión a la que llegué es que ninguno quiso matar a mi hijo. Pero de que le mataron, le mataron, a raíz de esa trifulca.

– ¿Llegó hasta el fiscal general para hablar de su caso?

– No me puedo quejar de (Javier) Díaz Verón, me recibió bien y nombró a un adjunto. Le puso al adjunto que es Enrique Díaz, que hasta ahora está; pero ella (la fiscal Araújo) le siguió poniendo palos a la rueda, no le daba el expediente, entonces yo me fui y le denuncié a ella y allí la sacamos del camino. Pero aún así veo un Ministerio Público totalmente deficiente. No me representa a mí, a ustedes ni a nadie.

– ¿Qué otra cosa le llamó la atención durante el proceso investigativo?

– Ahora que tengo todas las pruebas, que con mucho esfuerzo he conseguido, rescatamos nosotros la ropa que tenía Alex en el momento del crimen. Y una cosa que llamó la atención es que él tenía puesta en la parte de abajo la ropa de Alain Jacks Díaz de Bedoya, que luego se perdió. Solo la remera mangas largas rescatamos, porque la enfermera nos dijo que le cambiemos mientras esperábamos en la morgue.

– ¿Había cercanía con estas familias, por eso su hijo viajó con ellos?

– Había relacionamiento entre los chicos. Ellos venían mucho a la casa y Ale se iba mucho a la casa de los Hofstetter y a la de Alain Jacks.

– ¿Qué espera usted y su familia ahora?

– Esperamos saber la verdad. En qué circunstancias sucedió todo. Tenemos toda la historia, pero queremos escuchar de ellos. Que se le aplique la justa condena. Les he perdonado a todos, pero quiero que se aplique la justa condena por una cuestión de principio. En este país no debería nadie quedar libre después de haber asesinado a alguien. Solo por eso no voy a abandonar. Es para encontrar paz.

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