El Grupo Riquelme ingresó al programa Empresa Sin Pobreza desde enero de este año y ya encuestaron a más de 1.500 colaboradores de un total de 3.000, que comprende a cuatro unidades de negocio y unas ocho empresas.
De los 50 indicadores que mide el nivel de pobreza a tra­vés del semáforo de elimina­ción de pobreza, el aspecto monetario no es el único fac­tor, ya que muchas veces los colaboradores cuentan con un ingreso digno, y resaltan el sobreendeudamiento, la ali­mentación, la salud, así como otros ejes que tienen que ver incluso con violencia fami­liar, que redunda en la acti­vidad laboral.
“Nosotros con­sideramos que una persona que se encuentra realizada, con una vivienda digna, con condiciones de calidad de vida puede rendir mejor en la acti­vidad laboral, por lo que elegi­mos algunos ejes para traba­jar durante este primer año”, expresó Anahí Brítez, gerente de Responsabilidad Social Empresarial del Grupo.
Al respecto, dijo que entre los puntos que sorprendie­ron sobre la calidad de vida de sus colaboradores fue el tema del sobreendeudamiento y el manejo del dinero, y que pudieron comprender que no se trata solo de cuánto perci­ben los colaboradores, sino de cuánto gastan.
En tal sentido, dijo que ya capacitaron a unas 1.000 per­sonas en educación financiera de las diferentes empresas, y que están iniciando un pro­ceso de consultorio financiero para los casos que estén en nivel rojo, para atenderlos caso por caso, donde se les enseña cómo gastar y cómo salir de las deudas. En este punto señaló que dichos aspectos inciden de manera contraproducente en los trabajadores, ya que son problemas que afectan en el rendimiento, por lo tanto a la empresa.
A esto sumó que también están potenciando el ahorro, con una campaña en la que incentivan a los miembros a traer productos reciclables como botellas de plásticos, latitas de aluminio, que la empresa misma las vuelve a comprar lo guardan en una caja de ahorro.
Citó un eje de inclusión laboral a perso­nas con discapacidad, porque creen que existe un potencial enorme y que generalmente no cuentan con oportunidad, por lo que junto con la Funda­ción Saraki, realizan pasan­tías laborales, donde los que califican quedan contrata­dos y este año ya incluyeron a cinco personas con disca­pacidad, concluyó.

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