Pekín, China. AFP.
El presidente chino Xi Jinping prometió este miércoles abrir el país a las firmas extranjeras y aplicar nuevas reformas, al tiempo que sigue reforzando su control sobre la segunda economía mundial. "La apertura trae progreso, el cierre nos lleva hacia atrás. China no cerrará sus puertas sino que se abrirá más", prometió Xi en su largo discurso de apertura del congreso quinquenal del Partido Comunista Chino (PCC), en el poder.
Xi defendió de nuevo la globalización y el libre comercio. "Vamos a flexibilizar considerablemente las condiciones de acceso al mercado, protegeremos los derechos e intereses legítimos de los inversores extranjeros. Todas las empresas registradas en China serán tratadas por igual", prometió Xi Jinping en el lujoso Palacio del Pueblo de Pekín. El líder chino también se comprometió, pero sin dar fechas, a liberalizar el mercado de divisas, donde la convertibilidad del yuan sigue estando muy controlada.
El discurso de Xi contrasta sin embargo con la realidad y tanto la Unión Europea como EEUU, principales socios comerciales de China, no cesan en denunciar el proteccionismo .Las empresas extranjeras se quejan en particular de estar discriminadas frente a las compañías chinas y a los grandes grupos estatales.
Muchos sectores de la economía china siguen están vedados a las inversiones extranjeras y en otros las compañías tienen que asociarse obligatoriamente con socios locales. Las autoridades chinas continúan apoyando a sus grandes empresas públicas y reforzando su control sobre el sector privado.
Xi Jinping instó a los comunistas chinos a combatir cualquier amenaza a la autoridad del partido en el poder. Prometiendo "una nueva era" socialista para su país, del que esbozó un panorama hasta el 2050, el presidente chino no dejó entrever ninguna esperanza de liberalización del régimen.
Xi también advirtió al vecino Taiwán, tentado de separarse de China, asegurando que Pekín "tiene los medios para vencer las tentativas separatistas". El gobierno de Xi estuvo marcado por un regreso de la ideología marxista y de una represión que se manifiesta en internet, contra los defensores de los derechos humanos, los disidentes o los creyentes.