• POR LIZ KISLIK

Casi en todos los lugares de trabajo se tiene que lidiar con un manipulador. Desafortunadamente, la mayoría de los empleados dudan en hacer públicas sus preocupaciones. Y con una buena razón: incluso si lo hacen, las respuestas típicas de las empresas van desde cautelosas o desdeñosas hasta tomar represalias contra la víctima, en lugar de hacerlo contra el infractor.

Lamentablemente, muchos lugares de trabajo promueven manipuladores porque parecen ser efectivos para lograr que se hagan las cosas, a pesar de los costos significativos que su abuso puede infligir a la productividad y a la gente a lo largo del tiempo. Particularmente cuando no se puede lograr que la jerarquía u otras autoridades intervengan en favor de un afectado, es útil contar con enfoques propios para hacer frente a la situación, salvo que se requieran acciones legales.

Tres tipos de respuestas pueden ser útiles:

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-Ser escéptico acerca de recibir demasiada atención especial: los manipuladores generalmente no muestran sus verdaderos colores al comienzo de una relación. De hecho, a menudo se presentan a sí mismos como aliados o confidentes, porque necesitan acercarse para determinar dónde están sus puntos débiles y cuánto pueden obtener de usted. Son expertos en evaluar qué empleados son lo suficientemente sofisticados y seguros como para valerse por sí mismos y cuáles están ansiosos por complacer o son fáciles de avergonzar. Siempre es estimulante si un colega o superior parece interesado en usted, pero si ha escuchado cosas aterradoras sobre él o ella, es sensato proceder con cautela. En particular, conviene tener en cuenta si alguien lo trata como su favorito, pero incluye observaciones que lo hacen sentir mal consigo mismo, lo desanima al hablar con los demás o lo presiona para que actúe en contra de sus propios intereses y se mantenga de su lado.

-Esté dispuesto a arriesgar pequeñas confrontaciones públicas: a veces la única forma de exponer las maniobras de un manipulador es confrontarlo en el momento. Puede ser difícil hacer esto si el manipulador es senior. Incluso las personas mayores pueden quedar atónitas ante la incredulidad, o pueden ser incapaces de pensar qué decir cuando alguien está subvirtiendo los estándares normales de comportamiento y el juego limpio, a pesar del daño organizacional que saben que se está haciendo. Entonces, cuando alguien tiene tanto el ingenio, como las agallas para intervenir, esto pone en evidencia al manipulador y le hace saber que su comportamiento ha sido detectado, y muestra a los observadores que es posible intervenir y mantener seguros a los demás mientras se avanza en el negocio.

-Rehuse guardar secretos o actuar como intérprete en conductas que normalicen las actuaciones turbias: en cambio, sea directo y defienda su posición. Estos maquinadores pueden tratarlo con extrema atención, proporcionándole información sobre las deficiencias y fallas de otras personas, como si solo usted tuviera la perspectiva y la discreción para comprender lo que es importante. No se dejes llevar por la adulación implícita. Pida detalles y detalles para aclarar su intención: No estoy seguro de entender lo que quiere decir. ¿Por qué me está diciendo esto? ¿Qué es lo que me está pidiendo que haga?

(Liz Kislik es una consultora de gestión).

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