NIR EYAL

DJ Khaled, el meme individual de internet, es conocido por advertirle a sus decenas de millones de seguidores en redes sociales acerca de un grupo de villanos a los que llama "ellos".

Ellos no quieren que estés motivado. Ellos no quieren que estés inspirado… Ellos no quieren que ganes", advierte.

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El "ellos" que invoca Khaled es claramente una fuerza siniestra, pero, ¿quiénes son? Khaled dice, "ellos son las personas que no creen en ti".

Aunque las afirmaciones de Khaled podrían parecer exageradas, él está aprovechando una poderosa herramienta psicológica: la del chivo expiatorio. La práctica de imaginar un villano, que está conspirando en nuestra contra, puede ser una forma efectiva de motivarnos y cambiar nuestros comportamientos.

Para que funcione, es importante no asignarle la culpa a alguien o algo específico (digamos, a un jefe) desde el inicio; porque si lo hacemos eludiremos nuestras responsabilidades y no cambiaremos nuestras acciones. En lugar de ello, debemos encontrar las causas subyacentes de nuestros comportamientos y entender la fuente de nuestros problemas, lo que requiere hacer preguntas difíciles, especialmente ya que nuestra intuición frecuentemente se equivoca.

Una vez que hemos identificado la causa, el siguiente desafío es implementar un cambio, lo que puede ser difícil si pensamos que lo que está sucediendo está más allá de nuestro control. En estas situaciones es fácil sentirse impotente y rendirse. Aquí es donde podemos usar un chivo expiatorio a nuestro favor. Al dirigir nuestra ira y ansiedades hacia el invisible "ellos", las fuerzas que operan en nuestra contra parecen más tangibles, por lo que sentimos un mayor poder para combatirlas.

Aunque la lógica no es sorprendente –si nos creemos impotentes, ni siquiera lo intentamos, para no fracasar– el alcance del efecto es impresionante. Un estudio del 2015, publicado en el Journal of Studies on Alcohol and Drugs descubrió que las personas que se creían impotentes para combatir sus deseos de alcohol tenían muchas más probabilidades de volver a beber. De hecho, las creencias respecto a la impotencia influyeron tanto como el nivel de dependencia física en cuanto a si la persona recaería después del tratamiento.

Además de hacernos sentir más poderosos, el chivo expiatorio también aprovecha nuestros instintos de resistir amenazas a nuestra libertad y autonomía, un fenómeno que los psicólogos llaman "reactancia". Este usa la reactancia con objetivos productivos. Si sentimos que alguien o algo está conspirando en nuestra contra, es más probable que trabajemos con mayor fuerza para demostrarles que se equivocan.

Podemos aplicar los mismos métodos para usar cuidadosamente los chivos expiatorios e incrementar nuestra motivación. Si imaginamos un poder que opera contra nosotros, es más probable que nos encendamos, resistamos nuestras tentaciones y trabajemos con fuerza para alcanzar nuestras metas.

Por supuesto, en realidad somos solo nosotros contra nosotros mismos. Sin embargo, cuando no queremos admitirlo, el brindar un enemigo claro puede ayudarnos a reunir la tenacidad que necesitamos para sobrevivir, incluso si ese "ellos" está realmente en nuestro interior.

(Nir Eyal es el autor de "Hooked: How to Build Habit-Forming Products").

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