El 60% de los empleados norteamericanos no cree tener todos los días la oportunidad de hacer lo que mejor hacen en el trabajo, de acuerdo con un reporte del 2017. Tristemente, una explicación común para esto es que sus jefes están ocupados haciéndolo por ellos. Conforme los líderes ascienden en las organizaciones, tienen una fuerte tendencia a llevarse con ellos el trabajo que los hizo sentirse exitosos. La compresión organizacional resultante deja a los subordinados directos más limitados para tener un impacto, sintiendo menos satisfacción con sus trabajos y forzados a trabajar también en temas de roles más bajos.

Si usted siente que su jefe está más involucrado en su trabajo de lo que usted quisiera, obviamente no está solo, pero eso no significa que tiene que aceptarlo. Ya sea que le reporte al CEO (presidente ejecutivo) o a un supervisor de primer nivel, es en el mejor interés de ambos prosperar en sus propios trabajos, no en los de otras personas.

He aquí cinco cosas que usted puede hacer para guiar a su jefe de regreso al trabajo que le corresponde, liberándolo a usted para hacer el propio.

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-Clarifique expectativas: Pídale a su jefa que le comparta lo que ella considera el ámbito que usted tiene asignado. Si la respuesta es similar a la opinión de usted, sabrá que ella no se da cuenta de su exceso de involucramiento. Sin embargo, si la respuesta sugiere un ámbito mucho más angosto del que usted considera que implica su rol, entonces necesita hablar de en qué consiste realmente su trabajo.

-Pregunte si usted está quedando corto: El excesivo involucramiento del jefe en su trabajo pudiera ser una forma de retroalimentación velada. Pregunte si ella encuentra inadecuado algo acerca de la forma en que usted está desempeñando el rol. Si le dice que cree que usted está haciendo un gran trabajo, puede compartirle un ejemplo del porqué lo pregunta. Si su jefa le indica que está decepcionada con su desempeño, entonces resuelva eso. Pídale a su jefa que considere darle retroalimentación cuando su trabajo no cumpla las expectativas, en lugar de dar un salto y hacerlo por usted.

-Señale las consecuencias inesperadas: El involucramiento indeseado de su jefa hace que ambos se vean mal. Sugiere que ella preferiría hacer su trabajo antes que el propio, y da a entender que no confía en usted. Además, probablemente también lo está haciendo con otros subordinados directos, comprometiendo el desempeño de todo el equipo.

-Encuentren soluciones juntos: Hay un nivel legítimo de involucramiento que el jefe debería tener en el trabajo de aquellos a quienes dirige. Negocie con su jefa para encontrar un nivel razonable y mutuamente satisfactorio.

-No espere: Entre más espere, es más probable que comience a atribuirle motivos a su jefa y a crear razones para explicar su comportamiento.

No suponga que su jefa está consciente de lo que está haciendo o por qué. Hágase a usted y a su jefa el favor de ayudarla a regresar a su propio carril, y permitirle a usted prosperar en el suyo.

(Ron Carucci es cofundador y socio directivo en Navalent, trabajando con CEOs y ejecutivos que buscan un cambio transformacional para sus organizaciones, líderes e industrias).

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