EMMA SEPPALA

Dar retroalimentación es quizá uno de los desafíos más difíciles que enfrenta un gerente. Por una parte, debe ser honesto; por la otra, no quiere alienar a su empleado. Camina en una línea muy delgada entre mantener la cordialidad y transmitir exitosamente su comentario.

Una cultura positiva de los lugares de trabajo es esencial para el compromiso y la productividad de los empleados. La empatía en el trabajo crea seguridad psicológica, lo que mejora los resultados de aprendizaje y desempeño. Lo más importante, sentirse seguro en el trabajo ayuda a alentar el espíritu de experimentación, que es tan necesario para la innovación.

A pesar de la necesidad de una cultura positiva en el trabajo, no hay duda de que el brindar retroalimentación crítica es esencial. Lo que decimos es importante, pero nuestra comunicación no verbal importa tanto como las palabras que usamos.

Ya sea que nos demos cuenta de ello o no, leemos constantemente las expresiones faciales y el lenguaje corporal de los demás. He aquí las señales no verbales a las que les ponemos la mayor atención:

-Expresión facial: Deducimos cómo se están sintiendo las personas a partir de su expresión facial. Sonría apropiadamente, para proyectar calidez y buena voluntad.

-Contacto visual: El contacto visual es importante para crear un sentimiento de conexión. Haga y mantenga contacto visual cuando le brinde retroalimentación a alguien.

-Voz: El tono de su voz, más que las palabras en sí mismas, puede revelar cómo nos sentimos. De hecho, nuevas investigaciones muestran que muchas veces podemos predecir las emociones de alguien a partir de su voz.

-Postura: La forma en que una persona se sienta –desplomada o derecha, con los brazos abiertos o cruzados– transmite un mensaje. Asegúrese de tomar una posición no dominante, porque su rol ya es poderoso de entrada.

-Respiración: Antes de la conversación, trate de respirar de forma profunda y relajante. Hacer esto durante un par de minutos antes de una reunión lo ayudará a comenzar desde un espacio de calma, lo que ayudará a que la otra persona se sienta más cómoda.

-Atención: Considerando nuestra ocupada agenda y los mensajes que aparecen en nuestras pantallas a lo largo del día, algunas veces no estamos presentes con las personas frente a nosotros, y las personas con las que habla pueden notarlo. Ya que no está plenamente presente, tiene menos probabilidades de escucharlos y responder con habilidad, y menos aún de entender sus razones.

Además de todo esto, también es fundamental que usted sea auténtico, o sus esfuerzos serán contraproducentes.

En lugar de percibir la retroalimentación como “trabajo” o algo que simplemente necesita realizar, vea la conversación como una oportunidad de conectar con otra persona, que tiene sus propias necesidades y dolores. Muchas veces no sabemos qué es lo que está ocasionando comportamientos laborales indeseables, como fechas de entrega incumplidas o mal temperamento.

Si logra mantener en mente que hay toda una dimensión de sus empleados que usted no conoce, será más fácil ser empático cuando les brinde retroalimentación.

(Emma Seppala es la directora de ciencia en el Center for Compassion and Altruism Research and Education de la universidad de Stanford y autora de “The Happiness Track”).

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