REBECCA KNIGHT

Estos días parece que la mayoría de las personas tiene demasiado en su plato. Todos se quejan acerca de sentirse sobrecargados. Entonces, ¿cómo decirle a su jefe que usted simplemente tiene demasiado por hacer?

No importa qué tan ocupado se encuentre, puede sentirse excesivamente difícil el hablar con su jefe acerca de su pesada carga de trabajo. Una razón para ello, de acuerdo con Julie Morgenstern, autora de “Never Check Email in the Morning”, es la preocupación de que al decir algo usted perderá su trabajo. Sin embargo, sufrir en silencio también es peligroso para su carrera, señala Liane Davey, autora de “You First: Inspire Your Team to Grow Up, Get Along and Get Stuff Done”. “Se compromete en exceso porque es ambicioso o quiere impresionar al jefe, pero cuando no logra cumplir, ello envía un mensaje de que usted no es confiable”. Por lo tanto, cuando se sienta abrumado, realmente debería hacer que su jefe lo sepa.

He aquí algunas formas de hacer que la conversación fluya más suavemente:

-Compréndase a usted mismo: “No se juzgue tan duramente”, dice Morgenstern. Si usted tiene un buen desempeño, decir ocasionalmente “no” incrementa su credibilidad como un empleado que alzará la voz.

-Busque consejo y apoyo: Cuando se siente demasiado ocupado, puede ser útil tener la perspectiva de alguien ajeno respecto a su carga de trabajo, dice Morgenstern. Pídale a un amigo o colega de confianza “que vea la cantidad de trabajo que usted tiene” y le brinde una opinión honesta “respecto a si es demasiado para una persona”.

-Brinde soluciones: Morgenstern sugiere comenzar la conversación con su jefe “planteando los objetivos compartidos de la organización” y a continuación “qué es lo que se interpone en el camino” de que usted logre esas metas. Sea tan específico como sea posible. Ofrezca tres ideas para lidiar con el problema.

-Defina prioridades: Es muy doloroso que su jefe le dé otra labor cuando ya está saturado. Usted puede responder explicando sus pendientes y a continuación preguntando, “¿cuál de ellos es más importante y cómo debería priorizar el resto?”.

-Ofrézcase a ayudar: Incluso cuando tiene mucho por hacer, es considerado y profesionalmente inteligente el ofrecer ayuda siempre que pueda. Usted podría, por ejemplo, ofrecerse para asistir a sesiones de lluvia de ideas, leer borradores iniciales o servir como caja de resonancia.

-Sea honesto: Hay momentos, en la vida de todas las personas, donde turbulentos eventos personales tienen prioridad sobre todo lo demás. Si está experimentando uno de estos períodos, es mejor ser claro al respecto, dice Morgenstern.

-Mantenga a sus colegas cerca: Cuando el jefe no está dispuesto a hacer cambios, Davey recomienda “avisarle” a sus compañeros de equipo que usted se está sintiendo abrumado. “Si su jefe no le da un respiro, quizá ellos lo harán”, señala.

Si su jefe es continuamente insensible a lo ocupado que se encuentra usted, considérelo una señal de que quizá deba moverse a un nuevo trabajo, dice Morgenstern. El exceso de trabajo “no es sostenible” en el largo plazo.

(Rebecca Knight es una periodista independiente en Boston y académica en la Wesleyan University).

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