Daisy Wademan Dowling

Hay una inesperada fuente de conocimiento para todos los padres que trabajan y que, al mismo tiempo, luchan por administrar su carrera y la educación de sus niños. Esta fuente también puede ser útil para las organizaciones que procuran encontrar formas significativas y prácticas de apoyar a sus empleados que son padres de familia.

Esa fuente es el ejército de los Estados Unidos.

Durante más de 15 años de constante actividad militar y los despliegues asociados, así como las reasignaciones y otras demandas extraordinarias hechas a profesionales militares y a sus familias, las fuerzas armadas estadounidenses han implementado soluciones prácticas y creativas que realmente funcionan. Muchos de estos enfoques pueden ser utilizados por todas las organizaciones, independientemente de los recursos.

Priorizar la previsibilidad. Como contrapeso a los horarios exigentes, se espera que los líderes militares lleven a cabo todos sus compromisos programados y regulares de la manera más previsible que sea posible. Si un ejercicio de entrenamiento debe terminar a las 18:00, termina a las 18:00, no a las 18:22. Los empleados pueden llegar a la guardería, al partido de fútbol o al hogar para la cena. La previsibilidad, no solo la flexibilidad, ayuda y mucho a los padres que trabajan. Insista en terminar la reunión de ventas semanales a tiempo y es más probable que usted mantenga a sus empleados-papás de alto rendimiento.

Haga que las rutinas de trabajo sean consistentes. Las personas comprometidas en carreras que demandan viajes prolongados y extensos períodos de intenso trabajo naturalmente querrán interrumpir el trabajo entre sus proyectos. Sin embargo, tales cambios drásticos en la rutina noquea a profesionales, los saca de balance y causa estragos en sus relaciones en el hogar, especialmente con sus niños pequeños. En cambio, los militares alientan a los soldados que regresan a adoptar programas moderados y viables. Si usted es un consultor que regresa de un largo viaje de negocios, no "exagere" con su tiempo fuera de casa, encuentre una rutina moderada que funcione para su negocio y para los niños por igual.

Divulgue, así como elimine el estigma de los recursos que su organización ofrece. Se anima a los líderes militares a hablar abiertamente con su personal sobre programas y recursos para las familias. Los anuncios de los servicios se colocan donde los soldados puedan verlos. El asesoramiento y los recursos disponibles a través de su programa de asistencia a los empleados es poco probable que sea útil a sus colaboradores si solo son conocidos por unos pocos en la oficina de recursos humanos.

Conecte entre sí a los trabajadores que son papás. En el ejército, el apoyo viene en gran medida a través de un modelo de compañero a compañero: cuando una familia militar necesita ayuda, le piden esa ayuda a otra familia militar. Una red informal de papás-trabajadores o una página de padres que trabajan en su intranet corporativa podría ser una herramienta muy poderosa para la retención y el apoyo de los empleados que son padres de familia, con poco o ningún costo.

Estar presente mientras se está ausente. Las familias militares están capacitadas para minimizar el impacto de largas horas y del despliegue a sus tareas. Si usted se está viendo obligado a realizar horas extras en la oficina en un gran proyecto, asegúrese de que sus hijos tengan fácil acceso a sus recordatorios en toda su casa. Ponga los juguetes que disfrutan juntos o fotos de su reciente viaje familiar donde sus hijos pueden verlos fácilmente. Esté con ellos, incluso cuando no lo esté.

No hable, hágalo. La forma más eficaz de comunicarse con su hijo no es a través de preguntas como, "¿Cómo fue tu día?", sino a través de actividades como el atletismo, la lectura y la música. Recoja un guante de béisbol o libro tan pronto como llegue a casa.

(Daisy Wademan Dowling es fundadora y CEO de Workparent).