Julian Birkinshaw

En 1985, Peter Drucker argumentó en favor de un cambio hacia una sociedad emprendedora, una donde "los ejecutivos en todas las instituciones… Hagan que la innovación y el emprendimiento sean una actividad cotidiana normal y permanente". Drucker nos estaba empujando a pensar y actuar menos como empleados que toman órdenes, y más como agentes libres.

30 años después, ¿qué tanto hemos progresado hacia la sociedad emprendedora de Drucker? Ha habido una explosión de empresas emergentes, el número de trabajadores independientes está creciendo con rapidez y plataformas habilitadas gracias a la tecnología están ayudando a las personas a encontrar trabajos que se ajusten a sus habilidades y horarios. Sin embargo, el vaso del emprendimiento sigue estando medio vacío, a juzgar por los anémicos niveles de compromiso laboral que vemos en la actualidad.

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Para que una sociedad emprendedora se afiance propiamente, necesitamos tres cosas como individuos: medios, motivo y oportunidad.

Considere primero nuestros medios. En el mundo postindustrial, la mayoría de nosotros somos trabajadores del conocimiento al menos en parte -el medio de producción es nuestro poder cerebral, del que retenemos la propiedad sin importar cuál sea nuestro trabajo.

Muchos de nosotros también necesitamos acceso a la tecnología y el financiamiento, y esta es una área donde los cambios de los últimos 30 años han sido profundos. La tecnología del Internet ha esencialmente democratizado el emprendimiento. Para ser un trabajador independiente en la actualidad, usted necesita una conexión Internet y un servicio que vender. Además, si necesita acceso a dinero, las plataformas de financiamiento colectivo y las opciones de micro financiamiento hacen que esto sea más fácil que nunca.

En el mundo desarrollado, al menos, los medios para la sociedad emprendedora están dispuestos -y el mundo en desarrollo se está aproximando con rapidez.

¿Qué pasa con el motivo? La era industrial creó el trabajo asalariado como lo conocemos, y para la mayoría de las personas atendió los niveles más bajos de la jerarquía: cobijo, seguridad e interacción social. Ahora que estas cosas se dan por sentado, muchos de nosotros estamos buscando los niveles más elevados -esto es, el deseo de hacer un trabajo significativo, desarrollar pericia y tener libertad para tomar nuestras propias decisiones.

Si los medios y el motivo mejoran con rapidez ¿qué pasa con la oportunidad? Aquí la historia está a medias. En las décadas anteriores, los emprendedores en potencia tenían que superar muchas barreras -la regulación para instalar sus propios negocios, la dificultad de obtener préstamos sin garantía, las presiones sociales para subir en la escala corporativa en lugar de trabajar para sí mismos. Sin embargo, actualmente la oportunidad para el emprendimiento en el mundo de los negocios es enorme. Nuevas tecnologías y cambios, tanto económicos como sociales, han abierto enormes nuevas áreas de oportunidad.

A pesar de estas mejoras, todavía hay mucho por hacer antes de que verdaderamente llegue la sociedad emprendedora. Aunque la tecnología, la visión comercial y las normas sociales han evolucionado dramáticamente a lo largo de los últimos 50 años, las instituciones que gobiernan el capitalismo siguen atoradas en la parte final del siglo XIX.

Estamos usando reglas de la época industrial para supervisar prácticas de negocios en la era de la información, y eso es lo que nos detiene. Necesitamos innovación institucional a nivel de la sociedad en su conjunto, de forma que los posibles emprendedores de la actualidad tengan los medios, el motivo y la oportunidad para tener éxito.

(Julian Birkinshaw es profesor de estrategia y emprendimiento en la London Business School.)

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