• Por ÓSCAR GÓMEZ
  • Periodista
  • oscargomez@gruponacion.com.py

Qué gran partido nos regalaron Olimpia y Luqueño anoche. Y lo que para nosotros fue un gran partido (especialmente el segundo tiempo), para los técnicos seguramente habrá encendido alguna que otra alarma, por la cantidad de situaciones de gol que se generaron y por la cantidad de goles que se convirtieron, más allá del resultado propia­mente dicho.

Ayer se vio durante casi todo el partido la prioridad del Olimpia de Aldo Bobadi­lla, aunque con muchísima intermitencia. La pelota debe pasar la menor cantidad de tiempo posible por el medio y para lastimar, se tiene que hacerlo por los costados.

Walter González abrió el camino de la victoria en un duro partido.foto: CRISTIAN MEZA

El hecho de que Otálvaro y Sánchez estuvieran muy enchufados anoche, hizo que el Decano pueda gene­rar mucho peligro desde ese costado. Así llegó el pri­mer tanto. En el otro sec­tor, la cosa fue distinta por­que si bien Bogado jugó un muy buen partido, Fernando Giménez no lo acompañó de la mejor manera y otra vez volvió a decepcionar.

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Al equipo de Sanguinetti le costó asentarse, más que nada porque Julio dos San­tos no generaba y porque Di Vanni y Arévalos no aguanta­ban arriba. Aún así, con Ale­gre por derecha, generó las mejores del primer tiempo.

En la complementaria, Luqueño creció en volumen de juego, pero en una genia­lidad de Walter González, quien se "vistió" de asisti­dor para Bogado, Olimpia aumentó la ventaja.

El juvenil Walter Bogado disfruta de su gol ante la desesperación de los luqueños.foto: CRISTIAN MEZA

Gracias al rápido descuento de Alexis Rojas, de exce­lente nivel, pero opacado por el resto de los de arriba del auriazul, hubo partido los restantes 30 minutos.

Cuando Olimpia se estaba ordenando en el medio con la salida de Ortigoza y el ingreso de Caballero, reci­bió el empate. Pero no hubo lugar para el festejo luqueño, porque en el siguiente ataque Camacho puso el 3-2 y de ahí ya no se movió el resultado.

Pese a la intermitencia en su juego, el Decano sigue mirando de cerca la cima de la tabla de posiciones, donde ahora se encuentra su archirrival, Cerro Por­teño. Luqueño, por su parte, se frenó y tendrá que reto­mar fuerza para golpear desde atrás.

El público disfrutó de un juego intenso como sufrido para un festejofinal.foto: CRISTIAN MEZA

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