Por Christian Pérez

La fecha anterior había ganado sin problemas, pero para no perder la costumbre, Cerro volvió a triunfar como siempre: sufriendo.

El Ciclón pasó de golear a pedir hora ante un Libertad lleno de suplentes, que reaccionó tarde y no pudo aprovechar la casi una hora con un hombre más.

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De entrada, el Azulgrana pisó más fuerte un campo rápido y que complicó. Antes que el rival se acomode, Cerro ya había llegado por segunda vez y Alfio Oviedo se sirvió de un gran desborde de Insaurralde para comenzar ganando.

Cerro fue muy astuto y esperó siempre robar el balón para trasladar rápido con Colmán, Rojas o Insaurralde. Churín como siempre peleó con todos y el camino fue algo más blando para Oviedo.

A los 36' la cosa se complicó. Insaurralde se fue expulsado y había que aguantar con uno menos, cosa que no se sintió al menos en el primer tiempo, ya que Rojas de cabeza aumentó el marcador para evitar el sufrimiento inmediato.

Álvarez sacrificó a Alfio y metió a Ruiz para redibujar cuatro hombres en el medio y un solo punta para buscar alguna heroica.

En la complementaria, el Gumarelo metió toda la artillería, recurrió a Medina y Salcedo, quienes le cambiaron el rostro ofensivo al equipo.

Todo parecía liquidado, cuando Aquino le regaló un penal a Cerro y que obviamente Churín no desperdició. 3-0 sin sufrir y solo había que administrar las fuerzas y cuidar más el balón.

Sin hacer demasiado, Libertad asfixió con una presión fuerte sin temor a nada, ya que el rival estaba decidido a defender. Un gol dudoso (aparentemente no traspasó toda la línea de meta) de "Pollo" Recalde le dio vida al juego. Con ímpetu y más nada, el Gumarelo casi lo termina empatando. Medina puso el 3-2, pero Cerro defendió con el alma otra mínima ventaja para terminar sufriendo, pero valió la pena, ya que el Ciclón disfruta de la cima y espera tropezones de Luqueño y Guaraní.

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