En su afán de beneficiar a las familias paraguayas, el Gobierno nacional, en alianza con ocho concesionarias, lanzó la semana pasada el plan "Auto Familiar". Este programa público-privado permite el acceso a vehículos de un precio promedio de 50 millones de guaraníes, financiados preferencialmente a cinco años a través del Banco Nacional de Fomento, a una tasa del 8,5%.
Sin embargo, minutos después de que se lanzara el plan, saltaron muchos detractores que comenzaron a publicar en las redes que el hecho de que fuera un programa con tantas facilidades no era confiable y había algo oscuro detrás. Algunos decían que era una estrategia del Gobierno que buscaba atraer votos.
Otros hacían cálculos delirantes sobre el precio del vehículo comparando con un "chileré", las cuotas, los desperfectos mecánicos (convengamos que un auto nuevo no visita un taller por lo menos por un año o más si se conduce prudencialmente) y más de 1.200.000 guaraníes en combustible en un mes (un poco exagerado).
Muchos sectores opositores solo se miran el ombligo y su conveniencia, solo buscan su bien y no el del pueblo, y quieren sabotear una iniciativa que beneficia a mucha gente, que en otras circunstancias y sin este plan preferencial no hubieran podido acceder a un auto 0km.
No obstante, pese a toda esa mala onda lanzada en las redes y en algunos medios de comunicación, el plan causó tanto furor que, en los primeros tres días de su implementación, las concesionarias ya recibieron un montón de carpetas de interesados en adquirir un auto propio, 0km.
Algunas de las empresas manifestaron que incluso los pedidos superaron el 60% de lo que normalmente recibían en un mes.
Es decir, superó ampliamente las expectativas, tanto del sector privado como del gobierno.
Algunos de los representantes de estas empresas, como por ejemplo Sergio Karin, gerente de operaciones de General Motors Paraguay, representante de Chevrolet, manifestó que si bien estaban desesperados por tantas carpetas recibidas, eso les ponía muy contentos debido a que registraron un volumen mayor de lo esperado de pedidos y por el apoyo del BNF.
El banco estatal tiene una cantidad grande de funcionarios a disposición, que ya tienen créditos preaprobados, lo que genera un análisis de crédito mucho más fácil, de acuerdo con las empresas.
Hace unos días, en una primera reunión de evaluación entre el Gobierno, representado por el ministro de Industria y Comercio, Gustavo Leite, y los representantes de las empresas concesionarias, se informó que en una semana ya lograron colocar las 500 unidades que fueron preparadas para esta primera etapa del plan.
Pese a que algunos medios de comunicación vaticinaron el fracaso del plan, solamente por ser una iniciativa de este gobierno, tanto fue el éxito que algunas de las concesionarias anunciaron que están señando más autos para el mes de enero ya. Es decir, debido a las ventas logradas y el volumen de consultas diarias, tuvieron que solicitar a las fábricas en el Brasil que no paren la producción y puedan fabricar más autos para Paraguay.