El Banco Central del Paraguay (BCP) indicó que el crecimiento económico del país en los primeros tres trimestres del año (enero a setiembre) fue del 3,8% y que en todo el 2017 será del 4,2%, tal como estima en sus cálculos previos, gracias al repunte de algunos sectores importantes. Apoyado en estos elementos positivos de la realidad actual, se puede pensar con mucha lógica que el 2018, que comienza en breve, también será un buen año económico.
El organismo financiero explicó que la recuperación del sector agrícola, la industria y los servicios apuntalaron el crecimiento del producto interno bruto (PIB) en el tercer trimestre en un 3% y con esto el acumulado del año se ubicó en 3,8%, con lo que el ejercicio cerraría por lo menos en el 4,2% proyectado inicialmente.
En su informe de cuentas nacionales, el BCP refirió que, en el primer trimestre, de enero a marzo, el PIB creció 7,1%; en el segundo trimestre, abril a junio, apenas subió 1,1% porque el clima desfavorable afectó la ganadería y la construcción; y en el tercer trimestre, julio a setiembre, se recuperó con un alza del 3%, por lo que en los tres trimestres el crecimiento acumulado es del 3,8%.
Al lado de la certidumbre del año que termina en que las cifras de la economía indican un crecimiento de las riquezas del país en un 4,2%, se puede tener la casi seguridad de que el año que comienza pinta pronósticos alentadores de un crecimiento similar al del 2017. Pero lo que todavía no ha sido y podía ser tiene una carga inevitable de misterio, pues nadie puede adivinar con certeza el futuro.
Ahí está la importancia de las cifras que han presentado y están ofreciendo los técnicos al analizar la actual situación económica del país. Porque aún con su carga de incertidumbre, el futuro en gran medida es consecuencia del presente, como que el efecto es resultado inevitable de la causa.
Algunos técnicos visualizan el año venidero con un fuerte crecimiento económico, como es el cálculo de Valores Casa de Bolsa, que habla de una expansión de la economía del 5% o más, por el empuje que tendrán el sector de la construcción, servicios, mejoramiento logístico e inversión pública.
Por su lado, para un economista del Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA) para el próximo año se prevé una expansión de 3,5% de la economía y que el crecimiento de la economía paraguaya podría ser mayor si se superan los problemas que están trabando la ejecución de grandes proyectos de infraestructura con el esquema de la Ley de Alianza Público-Privada (APP). Para este analista, Paraguay se mantendrá entre las economías más dinámicas de la región en el 2017 y en el 2018. Lo mismo ha dicho con respecto al año venidero el ex ministro de Hacienda, Manuel Ferreira, que proyecta un buen crecimiento para el futuro.
De acuerdo con estos y otros vaticinios sobre el futuro económico paraguayo, aunque difieren en el porcentaje del aumento, una cosa es clara, que Paraguay seguirá con un fuerte crecimiento el año venidero, tal como ha venido sucediendo en los últimos años.
Estamos en el último mes del año que, felizmente, ha sido y es bueno, por encima de las dificultades climáticas que se han tenido y del panorama internacional no tan propicio para un país mediterráneo como el nuestro. En el horizonte se perfila el 2018, que como todo lo que corresponde al futuro, tiene su carga de incertidumbre. Pero, según los pronósticos de los técnicos, seguirá siendo otro buen año en lo económico.
Teniendo en cuenta la verdad que siempre se cosecha lo que se siembra, se puede esperar que, como el manejo de los negocios del país se hizo bien en el 2017, el año que viene se tendrá el fruto de esa buena siembra. Por lo que se puede prever, con toda lógica, un excelente panorama para el 2018, que ya está al alcance