Una de las novedades que surgieron en los últimos años en nuestro país son las ferias de trabajo periódicas, que constituyen encuentros orga­nizados por organismos públicos para juntar en un mismo lugar y día a los que ofrecen pues­tos de trabajo y a los que necesitan obtener un empleo. Esta sencilla fórmula que antes no se le había ocurrido a nadie la comenzó a aplicar desde el 2015 la Dirección General del Empleo del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social (MTESS) con tan buena fortuna, que mediante ella consiguieron un puesto de tra­bajo más de 16 mil personas desde entonces.

De acuerdo con el calendario del Ministerio de Trabajo, hoy miércoles 6 de diciembre se hará la última feria de trabajo de este año, que será la edición número cuarenta realizada a lo largo de los últimos doce meses y con la que se pretende llegar a 8.000 el número de personas que con­siguen empleo gracias a las ferias que tuvieron lugar este año.

Curiosamente, esta última jornada se dedi­cará a una de las áreas más vulnerables del sector del trabajo. La iniciativa busca ayudar a las mujeres, haciendo un especial énfasis en las trabajadoras domésticas, que resulta ser el sector más tentado para viajar al extranjero en busca de mejores oportunidades.

Haciendo un recuento de la tarea realizada por la Dirección General de Empleo hay una rica estadística de servicio a miles de ciudada­nos necesitados de trabajar que mediante las ferias han podido superar su situación de deso­cupación. Detrás de ellas hay también miles de historias de frustración y desencanto que, mediante la ayuda estatal, han podido conver­tirse en la feliz realidad de obtener un empleo remunerado, como corresponde con su digni­dad de persona.

Las ferias de empleo son como esas felices ocu­rrencias que le suceden a algunas personas, que después se concretan en hechos y se convier­ten en grandes realizaciones para el bienestar de mucha gente. En el más nuevo ministerio del Gobierno, en el 2015 se comenzaron a organi­zar las ferias de trabajo con la idea de ayudar a aumentar el número de empleados, mediante la colaboración de las empresas que querían con­tratar gente que se sumaron al proyecto. Con un poco de información por los medios, convo­caron a los que deseaban trabajar, y así se hicie­ron las primeras ferias. Los números son elo­cuentes para indicar el éxito que han tenido.

En el 2015 la Dirección General de Empleo del Ministerio de Trabajo puso en marcha 7 ferias de trabajo y mediante ellas lograron obtener empleo 4.061 personas de diversas profesiones y activida­des, todas en empresas privadas. Gracias a la ini­ciativa, numerosas empresas contrataron el per­sonal que necesitaban sin los costos que implican poner avisos en los medios, sin tener que pagar a seleccionadores de personal, etcétera.

Al año siguiente, en el 2016, se realizaron 35 ferias de empleos, a un promedio de casi tres por mes. A raíz de ello, 5.008 trabajadores con­siguieron el empleo que buscaban, y la expe­riencia se fue afianzando como una fórmula segura para conseguir trabajo a la gente necesi­tada. El aumento de empleados mediante este sistema fue del 23%.

Durante este año, hasta el 1 de diciembre, ya se hicieron 39 ferias de trabajo, y la canti­dad de personas contratadas por las empresas asciende, hasta el 15 de noviembre último, a 7.343 trabajadores, lo que representa un incre­mento del 46,6% sobre el número de nuevos empleados de todo el 2016. La meta es llegar al 31 de diciembre próximo a 8.000 nuevos con­tratos de trabajo con 40 ferias en todo el año.

Si se suman todos los contratos de trabajo registrados en los últimos tres años, hasta el 15 de noviembre último, se tiene que 16.412 traba­jadores han podido conseguir empleo mediante las ferias de trabajo organizadas por la Direc­ción General de Empleo, lo que constituye un éxito indiscutible.

La gran tarea realizada por esta dependencia estatal decididamente ha contribuido a mejo­rar la calidad de vida de miles de personas, que mediante ella dejaron la desocupación y la pos­tración económica que conlleva. Y que pudie­ron finalmente insertarse en el grupo de los que trabajan, ganan dinero y pueden progresar con dignidad.