No es la primera vez que el reconocido economista Jeffrey Sachs viene a Paraguay, y es seguro que no va a ser la última. Es un referente internacional sobre el tema de la energía renovable, y su principal vínculo con el país tiene que ver con el potencial de Itaipú, como gran generador de energía limpia, un tema que considera clave para la economía saludable del mundo contemporáneo.

Desde luego, vino invitado por Itaipú, es decir, por el Gobierno Nacional, como en oportunidades anteriores, en las que estableció los mismos términos de su preocupación. Energía limpia y renovable. Y el enorme potencial hidroeléctrico que tiene la región. No es la primera vez, ni será la última, en que el profesional haga referencia a la falta de equidad en la relación Brasil-Paraguay en términos de beneficios. No es un tema nuevo, incluso anterior a las críticas del referente internacional. El tratado tiene un historial y una larga sucesión de negociaciones de sucesivos gobiernos nacionales, sobre la base de un "contrato" que fue establecido por parte de dos dictaduras militares asociadas por negociaciones políticas y con una clara preeminencia de la brasileña. Y con una sociedad y con un empresariado comprometidos con esa dictadura.

Varios gobiernos de ambos países se han sucedido sin que esos términos desiguales se equilibraran, dadas las condiciones desiguales establecidas en el convenio original y las desigualdades de relacionamiento entre ambos países; es decir, una larga historia de desigualdades, en que, con mayor o menor empreño, los gobiernos nacionales han logrado apenas mejoras básicas en los términos de negociación sobre la injusta negociación inicial.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

Los sucesivos gobiernos de la democracia en Paraguay han ido logrando mejoras, más menos beneficiosas, pero sin poder llegar a lo ideal que, sin duda, es negociar el tratado cuando los plazos establecidos en el contrato lo permitan. Sin duda, que las bases de la última negociación son las que mejores condiciones han obtenido y que ha sustentado bases para un nivel que llegue a la igualdad de las partes.

Es decir, que el Gobierno Nacional y la administración de Itaipú, que invitaron al destacado intelectual, sabían perfectamente lo que piensa y lo que puede ayudar a mejorar las condiciones de relacionamiento entre ambos países; es decir, que las declaraciones no han sido una "sorpresa", sino para quienes gusta de corromper la información, tergiversándola para convertirla en campaña política.

La aclaración que tuvo que hacer el renombrado intelectual no tiene que ver con la política seria nacional, en la que se está trabajando, sino en la vergüenza de tergiversar, manipular y partidizar la información desde la misma prensa que se declara independiente.

Lamentablemente, en la coyuntura mediática politiquera electoralista en la que estamos embarcados, abanderados supuestamente en la defensa de los intereses nacionales, pero obtusamente concentrados en los intereses empresariales particulares, en vez de establecerse una política de fondo para la renovación del tratado, se utiliza la coyuntura política electoralista para hacer campaña electoralista.

Es así que las publicaciones de medios de prensa nacionales, tergiversando sus declaraciones, hayan obligado al destacado economista a hacer una declaración sobre el mal uso de sus declaraciones. Sachs pidió que sus comentarios no sean "interpretados como negativos y, mucho menos, dentro de un contexto político.

Es, sin embargo, más que difícil, imposible, pedir a ciertos medios de prensa que no "electoralicen" la información, es decir, que no corrompan la información, como lo vienen haciendo sistemáticamente.

Dejanos tu comentario