La ciudad de Pedro Juan Caballero amaneció este domingo en un clima de fiesta futbolera, invadido por una marea franjeada, a consecuencia de la cantidad de hinchas del Olimpia que se llegaron para disfrutar del partido con Sol de América.

Pero solo tuvieron ocho minutos de juego. En ese preciso momento, el árbitro Eber Aquino tuvo que parar el partido a consecuencia de la pelea que comenzó con un pequeño grupo, pero fue en aumento en el sector de graderías sur, donde estaba la barra franjeada.

Pese al intento de varios futbolistas, encabezados por Roque Santa Cruz y el capitán Diego Barreto, los hinchas no pararon y la violencia fue aumentando. Mucha gente comenzó a trepar el alambrado para resguardarse del lado de la cancha, mientras las ambulancias tuvieron que movilizarse porque ya se registraban heridos. Principalmente, mujeres y niños.

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Roque Santa Cruz lo intentó, habló durante mucho tiempo con varios barras, pero no pudo pararlos. Foto: Néstor Soto.

Sin suficientes policías

Los enfrentamientos fueron en aumento porque la cantidad de efectivos policiales se contaba con los dedos de las manos. Algo que, precisamente, reclamó el delegado del Olimpia Raúl Silva. "Empezó en un mano a mano y terminó en una batalla con la policía mirando desde arriba, ¡claro que es culpa de la seguridad!", afirmó el directivo.

Bastante sentido, el presidente del club 2 de Mayo hizo la misma crítica, aunque responsabilizó de la violencia a los hinchas visitantes, porque "nosotros no dejamos entras a las barras a nuestros partidos".

"La seguridad no apareció o tuvieron miedo, porque se quedaron todos afuera", denunció el presidente Mauro Mereles, lamentando y sintiendo vergüenza por lo ocurrido, "porque nosotros nos sacrificamos para traer un espectáculo de esta naturaleza".

"Queríamos mostrarles la otra cara de Pedro Juan, pero lamentablemente esta gente inadaptada descompuso todo", agregó el dirigente, para luego indicar que su colega Marco Trovato, "no dijo nada" respecto a lo que ocasionaron sus hinchas.

Sin embargo, poco después el titular franjeado indicó que "nosotros teníamos previsto la seguridad, ustedes habrán visto que hasta había militares afuera. Pero esto sucedió adentro y con criminales, porque así se le llama a esta gente".

Igualmente, Trovato negó que les hayan dado entradas a los barras (unas 4.000 en total) y dijo que, para evitar que estos barras vuelvan a ingresar a los estadios, se elabore una lista con nombre y apellido de cada uno.

Por este pequeño grupo de barrasbravas, comenzó la gresca. Foto: Néstor Soto.

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