Por Gustavo Colmán Rodríguez
Cerro Porteño cayó ante el Junior en Barranquilla 3-1 y quedó eliminado de la Conmebol Sudamericana. El resultado (0-0) registrado ya en Asunción condicionó el juego revancha, en el cual el equipo de Leonel Alvarez se vio obligado a marcar para tentar la clasificación.
Pero el refrán dice que la culpa no es el del chancho, sí del que le da de comer. El presidente de Cerro Porteño, Juan José Zapag debe asumir una vez más su grave error en contratar al colombiano como DT.
Alvarez jugó el clásico ante Olimpia con cinco volantes y este martes en otro juego crucial repitió su fórmula. Su equipo obligado a marcar goles ingresó al campo con un once minado de volantes de marca -Rodrigo, Riveros, Aguilar, Candia- y le resultó muy difícil lograr el objetivo.
En síntesis, Cerro Porteño pagó caro una vez más la improvisación de su dirigencia, que días antes del inicio del campeonato se vio obligado a contratar un nuevo cuerpo técnico. Alvarez llegó por descartes a barrio Obrero, pues no fue el elegido desde un principio.
La eliminación en otra competencia internacional es solo el reflejo de la mala administración DEPORTIVA del club por parte de su dirigencia. Los resultados así lo reflejan.
Leonel Alvarez hasta hoy no conoce las características de los jugadores que posee el plantel y ello lo lleva a improvisar, con los resultados casi de antemano conocidos.
Le queda el campeonato Clausura al Ciclón y el equipo tiene opciones de pelear por el título, pero todo dependerá de las decisiones de esta directiva. Si despide al DT o sigue hasta el final, para tratar de entender hacia dónde va el equipo azulgrana.