Por Pablo Pedrero
@Perreski

El Libertad de Fernando Jubero cayó (1-0) ayer de local, y merecidamente, ante un Capiatá que en partidos previos demostró un paupérrimo nivel, además de que perdió por goleada ante OIimpia y empató con Luqueño jugando mal. Además, la victoria de Capiatá debía ser por mas goles.

Yo quiero saber porqué perdió Libertad. Tengo ciertas conclusiones, pero con información limitada, mucho menos de la que tiene cualquier cuerpo técnico. No quiero entrar en el facilísmo de decir que faltó "actitud".

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Primero: Porque no es objetivamente medible y uno puede caer en una subjetividad peligrosa. Segundo: Porque cómo un equipo que carece de "actitud" está puntero del campeonato ante rivales temibles como lo son Sol, Guaraní, ahora Olimpia, y Cerro.

Tercero: ¿Cómo un mismo 11, salvo un cambio por lesión, le ganó bien a Nacional y a Trinidense, pero perdió con Capiatá en un pésimo partido?

(Con todo eso, mismos jugadores, diferentes resultados y por sobre todo diferente nivel de juego, la "actitud" para mi queda descartada como motivo de la derrota).

Ojo, también sería un facilísmo atribuirle la derrota solo al cansancio físico. Yo encuentro otros motivos que desarrollaré después, ya que el fútbol es FÍSICO, MENTAL y TÉCNICO/TÁCTICO.

Rescaté algunos números:

Resultados de Libertad cuando tuvo partidos con menos de o 4 días de diferencia entre uno y otro: Ganó 2, perdió 3 y empató 3. Convirtió 8 goles y le hicieron 5, lo que da un promedio de 1 gol convertido y 0.65 goles recibidos por partido.

Resultados de Libertad cuando tuvo partidos con mas de o 5 días de diferencia entre uno y otro: Ganó 8, perdió 2 y empató 4. Convirtió 25 goles y le hicieron 15, lo que da un promedio de 1,72 goles convertidos y 1,07 goles recibidos por partido.

De esos cotejos, si mal no recuerdo, para mí solo mereció perder ante Cerro Porteño, Guaraní y Deportivo Capiatá.

Seguimos con los datos. Ahora, el número de partidos por mes:

Febrero, 28 días: 4 partidos jugados, logrando 3 victorias y 1 empate (1 partido cada 7 días en promedio), con 7 goles a favor y 4 en contra (promedio de 1,75 goles convertidos y 1 gol recibido por partido).

Marzo, 31 días: 6 partidos jugados, logrando 3 victorias y 3 empates (1 partido cada 5 días), con 13 goles a favor y 6 en contra (promedio de 2 goles convertidos y 1 gol recibido por partido).

Abril, 30 días: 7 partidos jugados, logrando 3 victorias y 4 derrotas (1 partido cada 4 días), con 8 goles a favor y 9 en contra (promedio de 1,14 goles convertidos y 1,28 goles recibidos por partido).

Mayo, 25 días: 6 partidos jugados, logrando 2 triunfos, 3 empates y 1 derrota (1 partido cada 4 días), con 5 goles a favor y 3 en contra (ojo: aquí metió equipo alternativo ante Sport Boys).

En este gran número de partidos Libertad utilizó, sin contar el duelo ante Sport Boys en el estadio Nicolás Leoz, a 22 de 32 jugadores que tiene en el plantel de Primera. Casi siempre juegan los mismos once, salvo uno que otro cambio desde aquel partido ante Sol, donde se volvió a conseguir buenos resultados luego de la serie de empates con la línea de tres.

Si analizamos fuera del resultado, ¿qué partido recordás que Libertad generó menos chances de gol que su rival? Yo, muy pocos. Y analizando los datos, los fríos números (con la percepción que tengo, y es discutible) saco la conclusión que es falta de piernas, cansancio, que no es una excusa, es un error que no se corrigió.

No se recuperó bien a los futbolistas o no hubo una rotación adecuada en los jugadores a utilizar para mantener la frescura, la intensidad y la precisión que caracterizó a Libertad cuando tuvo más de cinco días entre uno y otro partido.

¿El cansancio que te genera a vos en el trabajo? A mí menos rendimiento, menos atención. ¿Acaso no jugaste fútbol con los perros? Yo, con mi pésimo estado soy malo en los primeros minutos de un partido, pero soy peor en los minutos finales porque no me dan las piernas. Imagináte en alta competencia.

La no recuperación adecuada o la poca rotación de jugadores hacen que la mente esté cansada, que la pierna esté cansada. Por eso terminás entregando mal un pase, definiendo mal ante el arco libre.

El claro ejemplo es Sasá: goleador del equipo, que no marcó un gol desde el 7 de abril hasta el 20 de mayo, periodo en el cual jugó la mayor cantidad de partidos en promedio.

Pero ojo, no fue solo Sasá. Desde abril en adelante el rendimiento del equipo fue disminuyendo, fue haciéndose largo, pero igual generando muchas chances, aunque con una pendiente negativa a medida que acumulaban minutos en cancha.

¿Cuántos goles se fallaban por partido desde el mes de abril? ¿Y cuántos se convertían antes?

En febrero el equipo arrancó con un promedio de gol de 1,75, primeros partidos, ensamblando el 11. En marzo, ya con el equipo ensamblado (levantada ante Sol, aparición de Giménez, Aranda, Lucena y Ramírez), levantó el promedio de gol a 2 por partido.

En abril, el mes con más partidos, el promedio de gol bajó a 1,14. Es innegable que las chances de convertir más goles existieron, pero ya no había la misma respuesta en el punto de definición. El equipo fue perdiendo intensidad, precisión. Fue cada vez más largo.

En mayo se notó la levantada en el torneo local. A Nacional se le ganó bien, pero tampoco siendo el Guma que le ganó a General Diaz, Olimpia y Sol en marzo. Se le ganó con autoridad a Trinidense (2-0), jugando bien y fallando muchos goles. Luego, nuevamente tras cuatro días, jugó con Capiatá y perdió mal, mostrando los mismos síntomas que cuando se tuvo el mayor trajín de partidos.

Para ir finalizando, para mí no es una cuestión de actitud. Sí, falta de recuperación y rotación de futbolistas. Porque si fuera actitud el problema, Libertad no iba a estar en la punta, iba a estar a mitad de tabla. Si fuera actitud, el Gumarelo no le ganaba a Nacional ni a Trinidense, ya que fueron los mismos once que jugaron esos partidos. La diferencia está en cuantos días de entrenamientos tuvieron entre un duelo y otro.

Y a no confundir, no es EXCUSA, porque ya me imagino los comentarios. Son MOTIVOS.

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