Landon Thomas Jr.

Cuando se trata de los asesores financieros tradicionales, Josh Brown, de Ritholtz Wealth Management no juega apenas a impartir consejos.

En lugar de charlar con sus clientes durante un almuerzo, Brown hace negocios a través de una tormenta de tweets y mensajes en su blog, The Reformed Broker, que genera desde un reducido espacio de oficinas en el centro de Manhattan.

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Todo lo demás relacionado a la oficina de Brown –el enjambre de abogados y profesionales de control que son la columna vertebral de las empresas financieras grandes y pequeñas– también es virtual. Solo un clic en cualquier tipo de pantalla conecta a un consejero de Ritholtz a Charles Schwab o TD Ameritrade, desde donde un equipo de expertos en operaciones mantiene un ojo de halcón en los US$ 532 millones en activos de clientes gestionados por Ritholtz Wealth.

Tanto como Amazon ha irrumpido en la industria minorista revolucionando los hábitos de compra, Schwab y firmas similares han dado poder a una vanguardia de rápido crecimiento de asesores financieros que ofrecen una evaluación independiente y libre de conflictos confiando en una tecnología fácil de usar.

Ahora, con más de 4 billones de dólares en activos, los asesores de inversiones registrados representan una amenaza directa al viejo modelo de corredores de Merrill Lynch o Morgan Stanley que aconsejan –por una fuerte tarifa, normalmente– sobre qué acciones, bonos o fondos mutuos comprar.

Con la posibilidad de compartir las onerosas responsabilidades de una oficina de respaldo y custodia a firmas como Schwab, TD Ameritrade y Fidelity, los corredores están dejando las mejores casas de Wall Street en masa para establecer sus propias oficinas independientes.

"La gente ahora está diciendo, 'Con Schwab o TD Ameritrade puedo hacer esto yo mismo'", comentó Julie Cooling, directora ejecutiva de RIA Channel, una firma de investigación que registra el crecimiento de los asesores de inversiones registrados. "El canal ha crecido muy rápidamente", añadió.

La expansión de Charles Schwab en los últimos años ha sido impulsada por su segmento de asesores, que ofrece una amplia gama de servicios de custodia a los asesores de inversiones registrados, así como el acceso al fondo de inversión de Schwab.

De los US$ 2,9 billones en activos que Schwab supervisa, US$ 1,3 billones ahora provienen de asesores financieros, de los 863.000 millones de dólares que eran en el 2012. El resto pertenece a inversionistas individuales.

Más de 7.500 asesores de inversiones registrados usan Schwab para colocar activos, dándole, según el cálculo de la compañía, una cuota de mercado del 29 por ciento y situándola muy por delante de los competidores de TD Ameritrade, Fidelity y Bank of New York Mellon Pershing.

Los asesores pueden recurrir a un experto de Schwab para obtener ayuda en la creación de un negocio o asesoramiento jurídico en el trato con un fideicomiso complejo, así como ejecutar transacciones rápidas y fáciles de valores individuales o fondos mutuos.

Schwab incluso lleva a cabo un programa de formación para pasantes, que luego aprovechan para seleccionar como asesores.

Lo que es más importante, sin embargo, para un administrador de la riqueza solo colgado de una teja, es la sensación de seguridad.

Si usted es un corredor exitoso de Wall Street que desea independizarse o que comienza una segunda carrera de la nada, puede decirle a un cliente que los activos que están con Schwab, Fidelity o TD Ameritrade ofrecen una tranquilidad que los asesores dicen es absolutamente crítica para su negocio.

"Schwab nos puso en el negocio cuando desarrolló su plataforma", dijo Harold Evensky, un asesor financiero de larga data que escribe libros y da discursos sobre los méritos del asesoramiento de inversión independiente.

Un grupo de edificios de poca altura en un suburbio del noreste de Phoenix es un nido inesperado para esta explosión de la riqueza, no menos importante para Schwab, cuya sede ha estado en San Francisco. Sin embargo, debido a que la creación de un back office por US$ 1,3 billones en activos es un trabajo intensivo, Schwab ha estado expandiendo su negocio en ciudades más asequibles como Dallas y Orlando, Florida.

Supervisando este feudo creciente dentro de Schwab está Bernie Clark, jefe de servicios de asesoría, que, a diferencia del resto del equipo de dirección de la compañía, no reside en San Francisco.

Clark trabaja fuera de la oficina de Phoenix y de él emana el espíritu de convertir al asesor financiero tradicional que a menudo se encuentra en el campo de golf o celebrando un almuerzo.

Pero, en lugar de empujar las acciones o un nuevo fondo de inversión atractivo, Clark y la nueva generación de asesores que representa están predicando las virtudes de estrategias de planificación transparentes y de bajo costo.

"Ya sea por precio, acceso a fondos o estándares fiduciarios, estamos democratizando la industria", dijo Clark.

Justo afuera de la oficina de Clark hay un montón de cubículos donde los empleados de Schwab pueden ser escuchados asesorando a asesores financieros en todo el país en asuntos grandes y pequeños.

Y a diferencia de una firma de Wall Street, donde la planta comercial, su tamaño, su lugar de origen y su clamor total representan el corazón palpitante de la institución, el centro de ejecución en Phoenix es un lugar menos exaltado.

Apodado "el agujero", es un recinto modesto sin las ventanas que dejan entrar la luz del sol de Arizona, en un espacio del tamaño de un campo de fútbol donde los consejeros de Schwab hacen su trabajo.

Sobre todo hay silencio: dado que más del 95 por ciento de las ejecuciones, ya sea la venta de un valor o la compra de un fondo mutuo, se hacen electrónicamente, no hay gritos ni exclamaciones para ser escuchadas.

El piso comercial de Schwab puede parecer somnoliento, pero su trabajo se mueve a hipervelocidad. En el caso de los asesores, la firma negocia 1.500 millones de dólares por día en productos relacionados con acciones y los fondos negociados en bolsa representan el trozo más grande, un tercio de ese monto.

Fuera de Vanguard y BlackRock, que en conjunto controlan casi el 70 por ciento del mercado de fondos negociados en bolsa, pocas firmas financieras han desempeñado un papel tan prominente como Schwab en el frenesí de los fondos cotizados.

Según Cerulli, una firma de investigación, el 80 por ciento de los asesores de inversiones registrados dependen de fondos negociados en bolsa para facilitar a sus clientes la información de diversas estrategias de inversión. Mientras que Vanguard y BlackRock han sido las dos opciones principales para los asesores de inversión registrados, Schwab ha introducido su propia marca de flota de fondos de seguimiento, con precios muy por debajo del grupo de sus pares y en algunos casos ofrece hasta gratuitamente a los clientes.

Los 78.000 millones de dólares de Schwab en fondos negociados en bolsa se ven empequeñecidos por los casi 2 billones de dólares que Vanguard y BlackRock administran, pero su crecimiento ha sido rápido, por encima de los 8.000 millones de dólares en el 2012. Y sus precios agresivos en la plataforma Schwab dan a sus fondos mucha influencia, empujando a los competidores a seguir cortando sus propios precios.

Al igual que la mayoría de sus compañeros, Brown, de Ritholtz, es un apasionado usuario de los fondos negociados en bolsa, viendo en ellos una manera barata y eficiente de esquivar el campo minado de trampas de inversión y conflictos en Wall Street, todo lo cual intenta exponer a través de tweets –115.000 y contando– y su blog. (Anteriormente tenía un oficio de corredor de bolsa tradicional).

Con las responsabilidades de back-office de su empresa de inversión con seguridad subcontratada a TD Ameritrade y Schwab, tiene mucho tiempo para hacer exactamente eso.

"Sin un buen respaldo", dijo Brown, "nada de lo que hacemos funciona".

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