• Por Aldo Trento
  • Sacerdote

Me sorprendió, que no me siento digno de estar aquí. Pero el señor presidente me dio esta oportunidad de ver lo que hace la fe, qué bello porque aquí está la fe. Acá la fe que se vuelve obra. Espectacular, la iglesia en frente, miren qué bello. Llena de sol y este sol entra, ilumina y construye. Son los dos edificios más importantes del barrio San Francisco. La raíz que es Cristo, Cristo que se vuelve cultura, mentalidad, educación. Diría que es esta como una nueva Reducción Jesuítica, ¡igualita! Si uno conoce un poquito cómo eran las Misiones Jesuíticas, eran exactamente de la misma manera.

Es el fruto también de la gran amistad de nuestro presidente con el papa Francisco, que no podemos olvidar que por cinco veces se encontraron. No existe en el mundo un hecho igual. Y ustedes saben bien que Francisco si ofrece su amistad es porque le conoce, reconoce que hay harina buena. Y es el fruto de la amistad del señor Presidente con el papa Francisco. Por eso el nombre de barrio San Francisco, escuela San Francisco, la iglesia lleva el nombre San Francisco, es un espectáculo.

Queridos amigos, no es el momento que yo esté hablando de todo lo que me ha conmovido en estos cinco años, pero hay un refrán en latín que dice: "contra facta non valent to argumenta. Contra el suceso es inútil discutir. ¡Tienen que entenderlo todos! Desde los políticos a los periodistas. ¡Todos!

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Los hechos hablan, los hechos hablan. Y nuestro presidente nos comunica lo que está en su corazón mediante lo que hace, ayudado por sus colaboradores obviamente. Pero hace 28 años que estoy aquí. Soy paraguayo orgulloso, me permito decir, no me importa lo que me vayan a decir que en 5 años se hizo lo que en los otros años no se hizo. ¡Y esa es la verdad! Es la verdad. Hasta el 2013 ¿qué se hizo?

Hoy vemos que hay y esto es fruto de una fe, de un amor y de una inteligencia. Porque uno puede tener millones y millones, mas si no tiene cráneo, querido amigo, no es porque estoy ahí y soy el jefe, si no tengo la cabeza, no hago nada, soy más desastre lo que hago. Por eso, bendecir el comienzo de este año significa bendecir una obra que nace del amor de una persona por el Señor, por la amistad que tiene con el Santo Padre. Yo le agradezco de corazón y le doy la bendición porque los chicos que están aquí pueden ser así mañana. Porque la política, decía Pablo VI, es la forma más grande de servicio.

La política, para los políticos que a veces no entienden nada, es la forma más alta de servicio y este es un servicio. ¡Este barrio es un servicio! Porque si salimos de aquí encontraremos otras obras. Esto significa política, ¡servir! En el camino de servir uno puede atropellarse, pero miramos siempre positivo, ¡miramos siempre al positivo! No apuntar siempre el dedo contra lo que no anda.

¿O pretender esconder con un dedo el sol?

¡La evidencia se impone!

Dios padre nuestro que enviaste a tu hijo al mundo… (finaliza con la bendición).

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