Michelle Gielan

Una mañana, mientras conducía "The Early Show", uno de mis copresentadores se confundió y me puso al aire cinco minutos antes de lo programado para mi próximo segmento, que estaba cubriendo la corrupción política en Washington. El teleprompter mostraba una historia diferente, era acerca de gatos en un refugio local. Estaba en vivo, en la televisión nacional, delante de millones de espectadores con la noticia incorrecta y con un video de gatos de un refugio en vez de los gatos gordos de Washington.

Son momentos como estos los que ponen a prueba a una persona. Y no es el problema en sí, sino nuestra respuesta a eso lo que importa en nuestras carreras y en nuestras vidas. Como investigadora de la psicología positiva, yo estudio la mentalidad de las personas que superan desafíos de alto estrés y prosperan en medio de la adversidad. La conclusión de nuestro estudio más reciente: el 91% de nosotros podría mejorar su manejo del estrés.

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Encontramos que, cuando surge un desafío o un problema, nuestras respuestas suelen clasificarse en tres dimensiones concretas y comprobables:

- TRANQUILO BAJO PRESIÓN: ¿Está tranquilo y calmado, dando a su cerebro la oportunidad de encontrar un camino hacia adelante, o su mente está llena de pensamientos ansiosos, preocupados y estresantes que le desgastan?

- COMUNICADOR ABIERTO: ¿Comparte sus problemas con personas en su vida de una manera que genere comunicación o las mantienes para sí mismo y sufre en silencio?

- ACTIVO SOLUCIONADOR DE PROBLEMAS: ¿Afronta los desafíos de frente y hace un plan, o niega la realidad de lo que está sucediendo en su vida y se distrae?

Estas tres dimensiones son fundamentales para responder de manera óptima al estrés y son altamente predictivas de nuestro bienestar a largo plazo y del éxito en el trabajo. En resumen, es lo que piensa, dice y hace lo que tiene el mayor impacto en su bienestar.

La parte más importante de esta investigación es que las tres dimensiones son maleables y por lo tanto pueden cambiar con el tiempo si nos centramos en ellas. Si desea entrenar su cerebro para que sea más tranquilo la próxima vez que surja un evento estresante, haga una lista ahora de cinco eventos estresantes de su pasado que pudo solucionar con éxito (por ejemplo, quizás se repuso de la ruptura de una relación o concluyó un gran proyecto muy cerca de su fecha límite), y después mire la lista la próxima vez que sienta que su corazón se dispara. Es bueno recordar esos logros. Si tiende a apilar el estrés o a negar los eventos negativos, llame a un amigo la próxima vez que surja un factor de estrés.

Redefinir nuestra respuesta al estrés puede llevar tiempo, pero es posible y ese esfuerzo puede tener un efecto duradero en nuestro éxito y felicidad por el resto de nuestras vidas. Para mí, aprender la habilidad de estar tranquila bajo presión me ayudó a navegar mejor las situaciones inesperadas, tanto en la televisión, como fuera de ella, y eso ha hecho toda la diferencia en mi vida y mi carrera.

(Michelle Gielan es la autora del bestseller "Broadcasting Happiness".)

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