La Fundación Alda trabaja para mejorar la educación de niños, niñas, jóvenes y comunidades en las que está presente desde el 2003. Su propósito está alineado con uno de los Objetivos de Desarrollo del Milenio de la ONU: “Lograr la educación primaria universal”.

Por: Jazmín Gómez Fleitas

Una familia catalana que tenía fuertes vínculos con Paraguay, tuvo la idea de hacer algo por el país, de ofrecer una ayuda a quienes se encuentran en situación más vulnerable. Así fue que, desde su fundación, apostó por trabajar en el campo de la educación y la infancia. De hecho, su nombre es la fusión de los nombres de los hijos paraguayos de la pareja: Alberto y David.

En el 2004, la Fundación firma un convenio de cooperación interinstitucional con el Ministerio de Educación y Cultura, y empieza su labor con seis escuelas públicas de Luque integradas al Proyecto Alda Educa. Este convenio con el MEC sigue vigente de manera ininterrumpida hasta hoy.

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Pero, ¿cómo llevar a cabo un proyecto tan ambicioso de educación? Alda cuenta con diversos proyectos mediante los cuales potencia la educación desde diferentes frentes. Con Alda Educa, realiza un acompañamiento sistemático a los miembros de las comunidades educativas de las escuelas públicas en zonas vulnerables. Desde el 2004 hasta hoy ya fueron beneficiadas 50 escuelas del país y actualmente este proyecto, que dura cinco años en cada zona, está en diez escuelas del departemento Central.

El Centro de Atención a la Comunidad (CAC) se focaliza en la atención integral a niños de 2 a 14 años, y siguiendo la línea de su modelo educativo, busca implicar a toda la comunidad, especialmente a las familias, en un proceso de formación permanente. En este centro se ejecutan proyectos de primera infancia, educación creativa, formación en oficios, apoyo a organizaciones locales como comisiones vecinales y promoción en redes locales de instituciones que trabajan en la zona.

En el 2011 se lanza Joven Adelante con el apoyo económico del BBVA, que en un primer momento está trabajando con jóvenes de escuelas de Limpio que implementaron Alda Educa. Aquí se busca proveer a los estudiantes las herramientas necesarias en sus cuatro años previos al ingreso de la universidad, trabajando desde tres áreas: tecnologías de la información y comunicación (TIC), habilidades cognitivas y sociales.

Allí también surge Limpio Sur, que desde finales del 2011 trabaja con niños, familias y organizaciones de siete asentamientos de la Colonia Salazar en la zona de Limpio Sur. Y desde este año, se inicia con Paraguay Okakuaa en alianza con Partners of the Americas. El objetivo es mejorar el acceso a la educación brindando mayores oportunidades formativas para los jóvenes y sus familias, como por ejemplo, el cumplimiento de las leyes laborales y las condiciones de trabajo en el departamento de Guairá.

Además, debido a los años de trabajo en implementación de proyectos socioeducativos, Alda acumuló una gran cantidad de información, datos, resultados y experiencias que recoge en Observatorio Socioeducativo Alda. En funcionamiento desde el 2012 y hasta la fecha, ya publicó diferentes materiales de investigación.

Educación para el desarrollo

Alda también relaciona a las escuelas públicas de Paraguay con las escuelas públicas de España para que puedan realizar un intercambio de costumbres, vivencias y experiencias. Al inicio, en el 2009, las escuelas se comunicaban por correspondencia, cartas y dibujos; pero una vez que contaron con aulas TIC, el relacionamiento se hizo mucho más fluido vía Skype.

Su principal pilar a lo largo de este tiempo fue el trabajo en red con otras instituciones, ya sean entidades públicas o privadas. De ella son parte la Red Innovemos de UNESCO, el MEC, la Secretaría de la Niñez y Adolescencia, el Viceministerio de la Juventud y la SNPP, además de los municipios de Guarambaré y Villa Elisa. Y en cuanto a alianzas privadas, Mapfre desde el 2011 y BBVA desde este año. Además, la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) y el Fondo Cristiano Canadiense para la Niñez.

A lo largo de más de una década, la fundación fue adquiriendo experiencia en el campo socioeducativo y Lucía Paulo, directora ejecutiva de esta organización sin fines de lucro, explica: "Uno de los mayores aprendizajes de todos es que el trabajo en temas de formación y cambios de paradigma requiere de tiempo y de un largo proceso de acompañamiento".

El cambio no es de la noche a la mañana; por eso, desde la fundación señalan que el desafío permanente que tienen es el de contar con los recursos humanos y materiales para que todos los proyectos concluyan satisfactoriamente. "Creemos en las comunidades y en el potencial transformador que tiene cada persona. Creemos en la suma de esfuerzos y la cooperación".

Red de voluntarios

El programa de voluntariado que impulsan es tanto a nivel nacional como internacional. En Paraguay, se dota a los voluntarios con las herramientas necesarias para utilizarlas en actividades organizadas en campo con niños de escuelas y miembros de comunidades; por ejemplo, técnicas de trabajo en grupo, juegos colaborativos, dinámicas de equipos, etc. Los interesados en sumarse a servicios de voluntariado pueden comunicarse a comunicación@fundacionalda.org

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