Berlín, Alemania | AFP.

por Ryland JAMES

¡Un Alemania-Uruguay y otro Alemania-Brasil! Dos partidos de ensueño para todo aficionado al fútbol, que no lo son tanto para los aficionados del rugby XV. Un deporte que no mueve masas en esas tres potencias futbolísticas.

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En rugby Seven, los alemanes se quedaron a las puertas de clasificarse para los Juegos de Rio.

Y en rugby XV, la otra 'Mannschaft' afronta a partir de febrero el campeonato europeo de naciones, el escalafón inferior al Torneo de las Seis Naciones, junto a Rusia, Georgia, Rumanía, España, y Bélgica.

El ganador de ese torneo conquistará un billete directo para el Mundial de 2019 en Japón. En el caso de que sea Georgia, que ya está clasificada de oficio, será el segundo el que obtenga la clasificación para Japón.

De cara a la preparación para ese torneo, Alemania, 26ª selección del mundo, recibirá el sábado a Uruguay en Fráncfort, y después a Brasil en dos ocasiones las semanas siguientes, en Heidelberg y en Leipzig.

Uruguay (19ª de la clasificación mundial), que tiene una mayor experiencia internacional, participó en la anterior Copa del Mundo, mientras que los alemanes aún no se han estrenado en un Mundial.

"Sabemos que será un gran desafío, será un duelo físico, especialmente en los reagrupamientos", señaló a la AFP el seleccionador de Alemania, el sudafricano Kobus Potgieter. "Debemos tener sangre fría. Hemos recorrido un largo camino los últimos años, pero ahora hay que demostrarlo en el terreno de juego, y un triunfo ante Uruguay sería un buen punto de partida".

En cuanto a Brasil, 30ª del mundo, Alemania ya les superó en dos ocasiones. Pero los auriverdes se impusieron este año a Estados unidos y anotaron un ensayo ante los Pumas argentinos (42-7), lo que nunca antes habían conseguido.

- En busca de antepasados -

"Será duro. Brasil ha evolucionado mucho desde que nos enfrentamos a ellos, como demostraron imponiéndose a Estados Unidos", constata Potgieter, quien afirma que el objetivo de estos partidos va más allá del resultado: "es la primera vez que jugamos una ventana de otoño. Esperamos ponérselo difícil a estos equipos, ser un buen anfitrión, y que estos torneos puedan disputarse con regularidad en el futuro (...) No se puede mejorar si no se juega ante los mejores equipos".

El técnico sudafricano quiere aprovechar para reunir a su equipo durante más tiempo. "No estamos juntos desde marzo, es mucho tiempo, y, en cierto modo, debemos empezar desde cero", indica.

El capitán del equipo es el medio scrum australiano Sean Armstrong, que reside en Alemania desde hace 9 años, mientras que los pilares Samy Fuechsel y Julius Nostadt juegan en Francia.

"La mayoría de los chicos juegan en Alemania", aclara Potgieter, "pero seguimos de cerca a los jugadores con antepasados alemanes, especialmente en Sudáfrica, donde conservo contactos".

Es el caso del tercera línea Sebastian Ferreira, de 22 años, nacido en Ciudad del Cabo, que fue convocado por vez primera luego haber disputado varios partidos del Currie Cup (campeonato de Sudáfrica).

En Alemania, el campeonato tiene carácter no profesional, y se disputa en dos grupos de ocho equipos. Al término de la temporada regular los dos primeros equipos de cada región disputan las semifinales.

Luego de seis títulos consecutivos, Heidelberg perdió la final el año pasado ante el Pforzheim.

Etiquetas: #Alemania

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