Brasilia, Brasil | AFP |

Las elecciones municipales del domingo serán las primeras en Brasil tras la revelación de la escandalosa relación entre empresas y partidos que anidó en Petrobras y que motivó la aplicación de restricciones en la financiación de campañas.

A continuación un resumen de los cambios y sus consecuencias potenciales.

¿Qué cambió?La reforma más trascendente fue la prohibición de donaciones empresariales, que en Brasil eran el motor financiero de la política.

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Las relaciones opacas entre corporaciones y partidos llegó a distorsionar resultados electorales, según denunció la fiscalía federal, y el escándalo de desvíos de fondos públicos de Petrobras terminó por llevar al Supremo Tribunal Federal (STF) a eliminar los aportes corporativos de forma definitiva.

"Eso significa que las campañas electorales serán financiadas exclusivamente por donaciones de personas físicas y por los recursos del Fondo Partidario", informó el Tribunal Superior Electoral (TSE).

El Fondo Partidario está constituido mayormente por recursos públicos que se distribuyen según la representatividad de las fuerzas en la Cámara de Diputados.

Las nueva reglas limitaron los recursos para las campañas:

a) Al 70% del mayor gasto declarado en la elección anterior para los distritos donde sólo hay una vuelta electoral (con menos de 200.000 votantes).

b) Al 50% en las circunscripciones que tienen dos turnos (con más de 200.000 votantes).

c) En caso de balotaje se fijó un techo del 30% de lo gastado en la primera vuelta.

Las campañas fueron reducidas de 90 a 45 días de duración y la propaganda partidaria en radio y televisión pasó de 45 a 35 días.

Se prohibió el uso de camiones con sonido en las calles, el empleo de caballetes con pancartas, se redujo el tamaño autorizado de los carteles de propaganda y se otorgó menos permisos para pintar murales.

¿Cómo se arreglaron los partidos?

El enorme descrédito en los políticos que dejó el fraude multimillonario a Petrobras y la crisis económica redujeron el interés de la sociedad en apoyar financieramente a los candidatos, ahora ya sin recursos de las grandes compañías.

"Pedir a las personas que donen para los candidatos en un momento en que el país está en una crisis económica y ética es muy difícil. Hay poquísimas contribuciones", dijo a la AFP el diputado Silvio Torres, del socialdemócrata PSDB, aliado del gobierno del presidente conservador Michel Temer.

"Visualmente, parece que no hay elecciones", agregó el legislador, que integra el comité nacional del partido que lidera los sondeos en Sao Paulo, mayor distrito del país.

Los partidos se quejan de que las estrecheces financieras redujeron la mercadotecnia y afirman que el menor tiempo de campaña y de propaganda en los medios de comunicación quitó visibilidad a los candidatos.

Y los esfuerzos por recaudar llevaron a que la fiscalía general abriera 65.268 expedientes indicativos de irregularidades en las campañas para el domingo, lo que representa el 13% del total de candidatos, según datos del Ministerio Público.

¿Qué impacto tendrá en las urnas?

Las previsiones de los partidos indican que podrían aumentar los votos en blanco, los nulos y las abstenciones.

El hecho de que los fondos partidarios sean casi el único bolsillo disponible favorece a las fuerzas con mayor representatividad en el Congreso, parámetro por el cual se distribuyen esos recursos.

Los problemas para financiar las campañas revalorizaron aún más el tiempo disponible por ley para hacer propaganda en televisión y radio y estimularon el armado de coaliciones para sumar minutos, un factor determinante en un país de tamaño continental.

Paradójicamente, en estas elecciones municipales las fuerzas políticas apuestan a combinar el uso de redes sociales con la vieja tradición de llevar a los candidatos a actos en instituciones y entidades sectoriales, una práctica que había caído un tanto en desuso últimamente.

Etiquetas: #Brasil

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