La Paz, Bolivia | AFP | por Raul BURGOA

El presidente boliviano Evo Morales aseguró que se respetarán los resultados del referendo para decidir si puede postularse a un nuevo mandato y pidió esperar los resultados finales, aunque el conteo preliminar lo da como perdedor.

El recuento oficial del Órgano Electoral Plurinacional (OEP), tras escrutarse el 38% de los votos del referendo del domingo, le otorga 60,37% de rechazo a la reforma constitucional contra un lejano 39,63% de apoyo.

En tanto, un portal paralelo de la OEP, señala que con el 72,5% de actas preliminarmente escrutadas, el No vence con 56,5% frente a un 43,2% del Sí, según dijo la presidenta del organismo electoral, Katia Uriona, dando incertidumbre al conteo.

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De acuerdo con la funcionaria, esos datos son "resultados preliminares (...), resultado del sistema de seguimiento y de transmisión rápida (por foto, vía celular) de las actas". Un experto del OEP explicó por separado a la AFP que estos datos deber ser aún depurados.

De confirmarse esta tendencia, sería la primera derrota directa de Morales en las urnas en la última década. El OEP señaló que dentro de 24 a 48 horas habrá un resultado oficial al 90%.

"Vamos a respetar los resultados, sea el No o el Sí, siempre hemos respetado, esa es la democracia", afirmó el mandatario en una conferencia de prensa este lunes, en su primera aparición para comentar el tema.

El gobierno izquierdista aseguró luego de conocerse las proyecciones extraoficiales de la consulta del domingo, que lo dan como perdedor, que había un "empate técnico" y que esos resultados variarían con la llegada de los votos de áreas rurales y de bolivianos en el extranjero, donde el apoyo al oficialismo es fuerte.

"Vamos a esperar pacientemente el pitazo final del tribunal electoral, somos optimistas", dijo Morales este lunes.

"Confiamos en que los resultados van a ser favorables al MAS (Movimiento Al Socialismo, el partido de Morales), porque es el partido de los pobres, de los humildes, de la gente que vive más alejada y es ahí donde se va a manifestar nuestra fuerza", sentenció el vicepresidente Alvaro García, quien criticó las celebraciones anticipadas de la oposición.

El líder opositor Samuel Doria Medina reaccionó en su cuenta de Twitter afirmando: "NO hay base para NO reconocer victoria del NO, le pidieron al pueblo que decida y decidió, respeten resultado".

Euforia vs serenidad

La euforia en algunos sectores se desencadenó apenas conocidos los conteos extraoficiales. "¡Bolivia dijo no!, proclamó el gobernador de Santa Cruz (este), Rubén Costas, líder de un sector de la oposición, mientras Doria Medina, derrotado dos veces por Morales en las presidenciales, estimó: "Hemos recuperado la democracia y hemos recuperado el derecho a elegir".

"Mi pedido a todos los sectores sociales grupos que participaron, sea con el sí o con el no, (es) mucha serenidad, mucha responsabilidad, hay que esperar el resultado final del tribunal supremo electoral", dijo Morales por su parte.

De confirmarse la tendencia sería la primera derrota electoral directa de Morales en sus 10 años en el poder, aunque en 2015 su partido perdió plazas clave en los comicios municipales. Ello le obligaría a entregar la banda presidencial a inicios de 2020, cuando termine su tercer mandato.

En las últimas semanas la situación se complicó para el mandatario indígena de 56 años, afectado por un escándalo de supuesto tráfico de influencias en favor de la empresa china CAMC, en la que su expareja Gabriela Zapata trabaja como gerente comercial. La firma logró contratos públicos por unos 560 millones de dólares en Bolivia y el caso es investigado en el Congreso. Morales rechazó las acusaciones.

Buscar la cohesión

En entrevista con el diario español El País, Morales dijo estar preparado para perder. Al ser consultado si sentiría una fuerte decepción en caso de una derrota, respondió: "No, estoy preparado. Con semejante récord, me voy feliz y contento a mi chaco. Me encantaría ser dirigente deportivo".

En adelante, analistas consideran que Morales deberá enfocarse en el gobierno, hasta que deje su actual mandato en 2020, mientras se esfuerza por mantener la cohesión en el MAS, conformado por un conglomerado de organizaciones sindicales y sociales, que pueden sentir debilitado el poder de su líder.

"Es probable que estos resultados ocasionen pugnas internas para sustituirlo, lo que podría perjudicar las intenciones del MAS de colocar un candidato en 2019 e incluso de que Morales vuelva a postularse después", dijo a la AFP el analista político Andrés Torres.

"Es muy difícil encontrar un sucesor para Evo Morales que tenga la misma capacidad de cohesión que él en las organizaciones sociales", agregó.

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