La Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro) solicitó al Gobierno Nacional aplicar medidas compensatorias que de alguna manera eviten que las industrias de Argentina adquieran la soja paraguaya.

Esto, considerando que las firmas del vecino país buscan comprar el grano para mezclar con los suyos y de esa manera cumplir con los estándares internacionales que les exige que la calidad de la harina de soja contenga entre el 47,5% y 48% de proteína para la exportación en el mundo, explicó el presidente del gremio, Óscar Sosa.

"Ellos están perdiendo 12 dólares por cada tonelada de harina que venden en el mercado internacional en concepto de penalización. Quieren mezclar y evitar esa penalización pagando más aquí por la soja, lo que para nosotros representaría un robo en materia de competencia porque nos quitarían materia prima", enfatizó.

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Sobre las determinaciones compensatorias, Sosa dijo que las mismas deben ser analizadas y decididas por el Gobierno, mencionando que una de las medidas podría ser en materia impositiva como no aplicar retenciones del impuesto del 5% a los industriales o a los que no cosechan, así como gravar la exportación de soja en estado natural con el objetivo de alimentar el mercado local.

SIN RIESGO

Al respecto, el presidente de la Unión de Gremios de la Producción (UGP), Héctor Cristaldo, sostuvo que la necesidad de abastecimiento de Argentina no pondrá en riesgo el mercado local, debido a que también se surte de otros países como Brasil, Uruguay y Bolivia.

"No sé cuál es la preocupación de las procesadoras. Hay materia prima suficiente y no se corre el riesgo de desestabilizar el mercado interno", expresó el titular del gremio, agregando que el vecino país se nutre de una parte de la soja paraguaya solo para no parar sus fábricas, atendiendo que tienen entre 40 a 60 días de inicio de cosecha con el nuestro.

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