Actualmente existen numerosas disensiones entre los miembros de la Unión Europea sobre la forma de gestionar la llegada de cientos de miles de sirios, iraquíes, afganos y eritreos, fundamentalmente.
"La primera etapa es asegurarsse de que las fronteras están controladas", dice Mark Rutte, cuyo país asumirá en enero la presidencia semestrial del bloque.
"El Imperio Romano nos lo ha demostrado y todos lo sabemos, los grandes imperios se vienen abajo si las fronteras no están bien protegidas", afirma el dirigente, que habló con varios medios, entre ellos el rotativo financiero.
El gobierno holandés ha hecho de la gestión de la crisis migratoria una de sus prioridades durante su próxima presidencia del club de los 28.
"Tenemos que parar este flujo de migrantes que llegan a Europa, no podemos seguir con los niveles actuales", añadió el primer ministro, citado esta vez por el diario digital EUObserver.
El miércoles, el ministro holandés de Exteriores, Bert Koenders, llamó a trabajar más para mantener en vida el espacio europeo de libre circulación de Schengen.
Pero el ministro holandés de Finanzas y presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, advirtió este viernes que un pequeño grupo de países de la UE, entre ellos Holanda, podrían verse obligados a formar un "mini espacio Schengen", si no puede resolverse la crisis migratoria.