¿Qué es el Estado Islámico? ¿Cuáles son sus orígenes? ¿Por qué luchan? La confusión sobre estas interrogantes persiste hoy a nivel mundial y principalmente en Occidente, donde pocos líderes saben qué o quiénes están amenazando a la humanidad y utilizando el genocidio como bandera en su expansión. Estado Islámico (EI), también conocido como ISIS, es un grupo extremista con creencias religiosas musulmanas, que busca controlar un territorio para tener legitimidad e instaurar una estructura vertical para gobernarlo.

Su influencia creció exponencialmente tras su declaración de un califato en Irak y Siria, en junio del 2014, desatando una lucha ideológica, política y social en Siria, Irak y en la frontera de Turquía y Líbano. Pero, fue el viernes 13 de noviembre de este año, que EI enmudeció al mundo y logró la atención de los principales líderes, tras realizar 6 atentados simultáneos en París, Francia, dejando como saldo 130 personas muertas y 351 heridas. Actualmente, varias capitales están amenazadas y en estado de máxima alerta antiterrorista.

La conmoción fue tal que está forzando la unión entre EEUU y Rusia, y otras potencias como Reino Unido, Alemania y Francia, cuyo presidente, François Hollande, cobró protagonismo al bombardear masivamente a ISIS el día después de los ataques perpetrados en su país y está tratando de conformar una coalición para exterminar al grupo terrorista, apoyándose en el artículo 42.7 del Tratado de Lisboa, que fuerza a la Unión Europea a defender a un socio atacado. Otra figura que se agigantó durante el conflicto fue la del mandatario ruso, Vladimir Putin, que bombardeó Siria y envío al país las fuerzas especiales Spetsnaz, esgrimiendo frases como: "Perdonar a los terroristas está en manos de Dios, mandarlos junto a él es cosa mía".

Varios medios de prensa y observadores internacionales coinciden en que el conflicto podría ser la "chispa que detone la tercera guerra mundial". Sin embargo, analistas locales señalan que pensar en una tercera guerra mundial es muy extremista, ya que "el Estado Islámico (EI) es sólo un grupo, no una nación". El futuro es incierto, pero de conformarse la coalición, ésta tendría un solo fin: Eliminar al EI. Pero, lograrlo, implicará aliarse con los kurdos, los sunitas y los chiítas iraníes; además de lograr el apoyo de Irán, Arabia Saudita y Turquía, cuyo presidente, Recep Tayyip Erdogan, tiene como principal enemigo a Bashar al Assad.

AÑO 2014

• 3 de enero: ISIS se proclamó a sí mismo como un estado islámico en Faluya, ciudad de Irak.
• 3 de febrero: Queman vivo a un rehén jordano estando en una jaula y luego difunden el video.
• 15 de diciembre: Toma de rehenes en un café en Sydney, que dejó tres muertos, entre ellos el terrorista.

AÑO 2015

• 31 de octubre: ISIS derriba un avión comercial ruso en Egipto con 224 personas a bordo, en su mayoría, de nacionalidad rusa.
• 13 de noviembre: Atacan en seis puntos estratégicos en París, Francia, hiriendo a 351 y matando a 130 personas.
• 20 de noviembre: Toman de rehenes a 170 huéspedes en el Hotel Radisson Blu, en Malí, donde resultaron muertos 2 terroristas y 25 civiles.
• 24 de noviembre: Turquía derribó un caza ruso en la frontera con Siria.

Enrique Vargas Peña, periodista: No creo que ocurra una guerra mundial, en el sentido tradicional de lo que fueron la primera y segunda, porque el Estado Islámico no es una entidad equiparable a un Estado o a una Nación. Sí es una guerra global, atendiendo a que se desarrollará en todo el mundo, porque los islamistas abren mezquitas hasta en Paraguay. Sin dudas, es una guerra cruel, porque es una lucha de religión, como la guerra de los treinta años o las cruzadas. No hay nada más cruel que un religioso contra otro.

Óscar Cabello Sarubbi, viceministro de la Cancillería Nacional: No definiría a este conflicto como guerra mundial, pero hay que ir a la fuente del problema, es decir, al grupo terrorista instalado entre Irak y Siria. Si no se corta el mal de raíz, podría complicarse y registrarse serios incidentes en otras partes del mundo. Existe la posibilidad de que se registren ataques en embajadas de países occidentales.

Peleg Lewi, embajador de Israel en Paraguay: No creo que estemos camino a la tercera guerra mundial. Esto es un conflicto mundial entre dos culturas distintas, por un lado los democráticos y por otro los radicales. Aquí falta una coalición de todos los países y pueblos para emprender una lucha conjunta contra el terrorismo. Lo peligroso es que esta organización se apodere de bombas nucleares para atentar con mayor consecuencia.

Jean-Christophe Potton, embajador de Francia en Paraguay: La situación internacional es muy delicada. Estamos ante una organización muy peligrosa, que trata de establecerse en muchos países del mundo. Esta no es una guerra clásica, la primera y segunda guerras mundiales fueron realizadas por tierra, aire y agua. Esto es una guerra distinta, es el terrorismo. Por el momento, estamos muy lejos de una tercera guerra mundial, pero hay que reforzar la seguridad en los países y proteger los valores de paz, libertad y democracia.

Jesús Montero Tirado, sacerdote jesuita: Me cuesta mucho entender la intención de ese tipo de islamismo, que pretende vengarse o imponerse por la fuerza. No creo que ésta sea la verdadera religión musulmana. Es un grupo dentro del islamismo, que posee propósitos muy confusos y oscuros, y, realmente, nada humano. Creo que esto tiende a agravarse. Acá hay muchos intereses económicos y políticos de por medio, no es simplemente una pasión por algunos motivos o puramente ideológico.

Claudio Fuentes, historiador: Esto se puede agravar mucho más, en realidad, hace cinco años que ya es grave lo que pasa en esa parte del mundo. Lo peligroso es que los ataques terroristas propicien una serie de gobiernos reaccionarios de ultra derecha y conservadores, que anulen de alguna forma la vigencia de los derechos humanos y la democracia en Europa. Por otro lado, puede darse la posibilidad de enfrentamiento de grandes potencias, EEUU, Rusia, China, ya que hoy estamos en un nivel de belicosidad que no se había visto desde la segunda guerra fría.

• Barak Obama, presidente estadounidense: “Esto no es una guerra convencional”; “Vamos a destruir esta organización terrorista”.
• Francoise Hollande, presidente francés: “Francia está en guerra, contra el terrorismo yihadista que amenaza al mundo entero”; “El terrorismo no va a destruir a la República, será la República la que destruirá al terrorismo”.
• Vladimir Putin, presidente ruso: “Perdonar a los terroristas es cosa de Dios, enviarlos con él es cosa mía”; “Los iremos a buscar al fin del mundo y allí los mataremos”.
• Angela Merkel, primer ministra alemana: “No habrá solución al conflicto sirio sin Rusia”; “El enemigo debe ser el Estado Islámico y no el pueblo sirio”.
• David Cameron, primer ministro británico: “Queremos una Siria sin Asad y sin el Estado Islámico”; “Asad ha masacrado a su propio pueblo y está reclutando a sargentos del ISIS”.

• ISIS: Denominación que utilizan Washington y otros expertos para referirse a los yihadistas, para no reconocer sus planes para un califato.
• Yihadistas: Denominación de las ramas más violentas y radicales dentro del islam político, caracterizadas por acciones terroristas.
• Califato: Territorio gobernado por el califa, título de los príncipes, sucesores de Mahoma, que ejercieron la suprema potestad religiosa y civil en algunos territorios musulmanes.
• Sunnitas: Una de las ramas principales del islam, religión de los musulmanes, fundada por Mahoma en el siglo VII. Son los seguidores de los primeros califas, sucesores de Mahoma.
• Chiítas: Otra rama del islam, conformada por seguidores del yerno de Mahoma.
• Kurdos: Conforman la minoría étnica más grande en el Medio Oriente, que no se encuentra establecida en alguna forma de Estado nación.

En el 2011, estalló el conflicto en Siria, en parte, por el autoritarismo que impuso el presidente, Bashar al-Asad, cuyo gobierno es sindicado como una de las dictaduras más sangrientas de Medio Oriente, y que, hasta el momento, cuenta con el apoyo de Rusia, no así de EEUU, Reino Unido, Francia. Como consecuencia, aparecieron varios grupos rebeldes, entre ellos el EI, considerado el más fuerte. Un ejemplo del horror que se vive en Siria son los ataques con armas químicas registrados en agosto del 2013, en su capital, Damasco, que están siendo investigados por la ONU, para definir quiénes fueron los autores: individuos, organizaciones o el propio Gobierno.