Brasilia, Brasil. AFP.

Inflación y desempleo en alza, devaluación, ahorro fiscal casi nulo, escándalos de corrupción, pedidos de "impeachment" y ahora el riesgo de perder el grado de inversión condensan el agrio e incierto presente que vive Brasil.

La séptima economía mundial recibió este mes una nueva andanada de malas noticias que confirman que la actual recesión es más profunda de lo que se creía, que dificulta la recuperación en 2016 y hace temer que lo peor esté aún por venir. El mercado espera una contracción de 1,76% del PIB este año.

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A las revelaciones del megafraude en la estatal Petrobras se sumaron en julio indicadores en rojo, el desplome de la popularidad de la mandataria Dilma Rousseff a niveles de un dígito, intrigas en la alianza gobernante y el martes, la amenaza de la calificadora de riesgo internacional Standard & Poor's (S&P) de retirar a Brasil de la lista de países más seguros para invertir.

Además, el Banco Central se aprestaba ayer a subir la tasa de interés para controlar los precios. La rebaja a "negativa" de la perspectiva de la deuda soberana de Brasil anunciada por S&P no afecta la nota del gigante latinoamericano –que sigue en "BBB" el último escalón del preciado grado de inversión– pero encendió una luz roja al citar un deterioro económico y del panorama social y político derivado del "Petrolao".

"Muchas medidas dependen del Congreso y el cuadro ahí está muy nebuloso. Es un cuadro general muy preocupante, económicamente malo y políticamente turbulento, con baja popularidad del gobierno y difícil gobernabilidad", resumió Silvio Campos, de la consultora Tendencias en San Pablo. Los problemas del gobierno para conseguir la aprobación de medidas para cortar el gasto público fue convirtiendo al Congreso en escenario de una intensa disputa, que se agudiza a medida que surgen nuevos hallazgos de la trama que regó de sobornos a Petrobras para manipular licitaciones y financiar partidos políticos.

El caso ya llevó a la detención de algunos de los más poderosos empresarios de Brasil como antesala de lo que se espera sean las primeras definiciones judiciales sobre varios legisladores bajo investigación, algunos del gobernante Partido de los Trabajadores.

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